El Parlamento Europeo aprobó ayer una legislación para facilitar la apertura de cuentas bancarias a cualquier persona que tenga permiso de residencia legal en la Unión Europea, tenga o no tenga dirección fija. Según el texto avalado por los eurodiputados, todos los residentes en la UE podrán abrir una cuenta bancaria básica, sin importar su nacionalidad o lugar de residencia. La Comisión Europea consideró que la aprobación de esta directiva "es un paso importante hacia un verdadero mercado único para los servicios financieros minoristas".