Los balances de actividad de los juzgados de lo mercantil de la provincia (son tres, dos de ellos con sede en la capital y un tercero en Vigo) siguen siendo un indicador más a tener en cuenta a la hora de analizar el estado de salud del tejido empresarial de la provincia de Pontevedra. Como diagnóstico, una vez analizados los datos en su conjunto, se podría concluir que la situación del paciente sigue siendo crítica aunque que se habría logrado contener la hemorragia de empresas que desangra la economía de la provincia desde 2008.

El número de entidades que presentaron concurso de acreedores continuó aumentando el pasado año en Pontevedra y se batió un nuevo récord con un total de 232 firmas que presentaron solicitud de concurso ante los juzgados de lo mercantil. Es un 1,3% más que en 2012, cuando fueron 229 las firmas que se acogieron a la antigua suspensión de pagos. El número de empresas que reconocen ante el juzgado que no pueden hacer frente a sus obligaciones sigue subiendo, pero lo hace a menor ritmo que en años anteriores. Basta destacar, por ejemplo, que el incremento de las empresas que solicitaron concurso fue de un 9,6% en 2012, de un 4,5% en 2011, de un 12,4% en 2010 y de un 43,5% en 2009, frente al 1,3% actual.

El número de empresas que solicitaron concurso también llegó en 2013 a una cifra récord a nivel estatal, cuando se tramitaron 10.949 expedientes. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en Pontevedra, en el conjunto de España se logró cerrar el ejercicio con una tendencia a la baja en el cuarto trimestre. No ocurrió así en Pontevedra ya que también se registró una pequeña subida en el número de concursos en la recta final del año.

Otro dato negativo es que siguen siendo muy pocas las empresas que tras presentar solicitud de concurso, consiguen evitar la liquidación. El año pasado, se declararon 235 concursos por parte de los juzgados. A parte de los que actualmente se encuentran en tramitación, cabe destacar que tan solo 42 empresas lograron entrar en fase de convenio. Esto quiere decir que el concursado y los acreedores lograron alcanzar un acuerdo para reducir o aplazar el pago de la deuda con el objetivo de hacer viable la empresa.

Esto no quiere decir que todas las empresas que entran en concurso eviten la liquidación. Aquellas que no cumplen las condiciones pactadas también pueden verse abocadas a la desaparición. El año pasado, los tres magistrados de los juzgados de lo Mercantil de la provincia de Pontevedra acordaron la liquidación de 171 empresas, frente a las 178 del ejercicio anterior, un 3,9% menos.

Según estos mismos datos, Pontevedra ha dejado de ser la provincia gallega con más empresas en dificultades en los juzgados de lo mercantil. En los últimos seis años, Pontevedra fue la provincia con más empresas presentadas a concurso. A Coruña fue acercándose en los últimos años a las cifras pontevedresas y en 2013 la superó ya en número de concursos, un total de 258 por los 232 de la provincia del sur.