Que Grupo Damm -o su presidente, Demetrio Carceller- no iba a dejar pasar la oportunidad de sacar adelante su propia propuesta para rescatar Pescanova nunca se cuestionó en el mercado financiero o el pesquero. Pero las tiranteces que ha mantenido con la banca desde el mismo día en que asumió el control del consejo llegaron a alejar mucho la oportunidad para lograr su objetivo. Las entidades dieron por rotas las negociaciones con Damm hace una semana, pero ayer se retomó el contacto entre ambas partes a instancias del presidente del consejo, Juan Manuel Urgoiti. La conference call (videoconferencia) sirvió para explicar que Grupo Damm está dispuesta a asumir la mayor reivindicación de los bancos: recuperar un tercio de la deuda que tienen atrapada en la pesquera, 1.000 millones de euros.

En la propuesta de convenio, admitida a trámite por el juez y avalada por la administración concursal, Deloitte, Damm -y el fondo Luxempart, con quien conforma el grupo inversor- ofrecieron a los bancos la posibilidad de recuperar 700 millones de euros en dos tramos de 400 y 300, respectivamente. La banca pedía 500 y 500 en un tramo senior y otro junior. Frente a este reclamo, desde Damm incidieron en que una Pescanova con una deuda de 1.000 millones era "insostenible". No obstante, Carceller ha encontrado un resquicio para mejorar su plan, algo que no se puede hacer una vez lo admite el juez. No ha trascendido si ha propuesto otras mejoras o si prevé alguna desinversión para que la banca recupere 300 millones más.

El detonante

Fue el viernes por la tarde, tras conocer el informe de evaluación de Deloitte sobre la propuesta de convenio, cuando Urgoiti citó a la banca -representada por KPMG- para plantear mejoras financieras a las entidades. Aunque el texto de Deloitte considera "sólida" la propuesta de Damm y Luxempart, los administradores Senén Touza y Santiago Hurtado advierten que "la inyección de la nueva financiación está condicionada a numerosas condiciones cuya falta de cumplimiento podría poner en riesgo la disposición y calendario previsto para la totalidad de los fondos necesarios e incluidos en el plan de viabilidad". Esta y otras consideraciones de Deloitte -sobre algunas incertidumbres de la propuesta- son las que, a juicio de fuentes financieras, han hecho que Damm "mueva ficha"."Se nos citó para reevaluar la situación actual" de la compañía, agregan otras fuentes. El encuentro telefónico se produjo por la tarde. "Accedimos a hablar, pero de ahí a que estemos negociando hay un trecho grande", creen algunos bancos consultados por FARO.

"Por ahora no ha habido acuerdo sobre ningún punto en concreto", explicaron desde Damm. "Las dos partes queremos salvar la compañía, de ahí que queramos buscar un acuerdo". Desde la cervecera apostillan, además, que ellos "nunca rompieron las negociaciones". En todo caso, el hecho de que se hayan retomado los contactos es un hecho significativo que, de prosperar, evitarían la liquidación de Pescanova, la segunda multinacional gallega.

De llegar a este punto -el 15 es el último día para adscribirse al plan de Damm- la banca podría en marcha el suyo, que pasa por inyectar 115 millones, lanzar una emisión de deuda senior por 1.000 millones e intentar salvar lo máximo posible de Pescanova (sin la filial de Chile, Guatemala y sin la planta de rodaballo de Mira). La banca descartó ayer que, aunque estén hablando con Damm, hayan paralizado su propia propuesta. Ayer, de hecho, se la explicaron a Deloitte, según pudo saber este periódico.