A finales de abril del año pasado Deloitte se convirtió en administrador concursal de una Pescanova enmallada en un caos empresarial y jurídico. El 28 de junio firmó, con seis bancos y la Xunta, una línea de crédito por hasta 56 millones para evitar el colapso de la multinacional, escasa de liquidez. Gran parte de ese dinero se ha devuelto ya -principalmente con los 29,5 millones que ingresó Pescanova al vender el 50% de Austral Fisheries-, pero falta una parte. Son 18 millones que hay que devolver antes del próximo día 28 de abril, vencimiento que la pesquera no puede afrontar. Por este motivo, la administradora concursal urge la negociación con la banca para lograr una moratoria. De lo contrario, la falta de tesorería de la empresa "podría mermar su capacidad de seguir financiando la operativa del grupo".

La compañía hipotecó su sede y su marca para lograr los 56 millones que -junto a medidas de gestión de tesorería excepcionales- han permitido a Deloitte que Pescanova haya seguido respirando. Los acreedores bancarios de los 18 millones son el Sabadell, Banco Popular, NCG Banco, CaixaBank, Bankia, BBVA y el Santander. Esto es, el mismo núcleo duro de la banca -a excepción del Santander y Bankia- que está en contra de la propuesta de convenio presentada por Grupo Damm y Luxempart. Frente a este problema inminente, Deloitte plantea solicitar un waiver temporal. Un waiver es la solicitud para aplazar por un tiempo determinado los compromisos que el prestatario asume con los deudores en la firma de un contrato.

Mala relación

Podría darse la circunstancia de que Damm logre los apoyos necesarios para que su plan salga adelante y tener que negociar con la misma banca que ha denostado las "maneras" del consorcio inversor, con duras acusaciones por ambas partes. Además, y en ese caso, a la banca se le impondría recuperar 400 millones de deuda sénior en 8,5 años y otros 300 en 15 años (siempre y cuando Pescanova tenga fondos). La banca dio por rotas las negociaciones con Damm por la propuesta presentada que, según las entidades, no es la que habían consensuado.

Y en los últimos días no ha habido síntomas de acercamiento entre las partes, más allá de conversaciones que la cúpula de la pesquera ha tenido con la alta dirección de algunos bancos. Las entidades, preguntadas por FARO, aseguraron que todavía no poseen el informe de evaluación de Deloitte sobre la propuesta de Damm -que lo avala- y, por tanto, no quisieron hacer valoraciones. Pero la carta que Damm y Luxempart han redactado para convencer a los acreedores a que votaran su plan no ha ayudado a mejorar el clima de crispación con los bancos.

"La Sociedad (por Pescanova) entiende que las noticias que han aparecido en prensa en los últimos días relativas a un hipotético "rescate" que supuestamente se pretendería llevar a cabo por ciertos bancos se refieren a un posible escenario de liquidación", reza textualmente la nota. "La Sociedad no tiene conocimiento de la identificación concreta del grupo de entidades en cuestión, ni de su grado de compromiso en dicho escenario, ni tampoco del precio que dichas entidades estarían dispuestas a pagar", culmina. Los bancos ya presentaron a Deloitte -para conocimiento del juez- que su intención es comprar los activos de Pescanova como un conjunto con 115 millones y un aval de deuda sénior de 1.000 millones.

Minoritarios

En el informe de Deloitte, que ayer desgranó FARO, se incluye asimismo el número de acreedores a los que Pescanova debe menos de 100.000 euros. En este caso, recuperarán en un año todo el dinero y no sufrirán quitas. De acuerdo con la administración concursal, son 336 las empresas o particulares que van a recuperar todo su dinero atrapado en la pesquera, y cuya deuda asciende a algo más de 4,4 millones de euros (el 0,15% el pasivo total de la compañía).