Decenas de miles de personas secundaron ayer en Bruselas una marcha convocada por sindicatos de veinte países europeos para mostrar su oposición a la continuidad de las políticas de austeridad y dar su respaldo a un plan de inversión comunitario que sirva para impulsar el crecimiento y crear empleo.

Al término de la protesta, en la que tomaron parte más de 25.000 personas -según cifras de la Policía-, estallaron enfrentamientos entre un grupo de radicales y los agentes antidisturbios que se saldaron con dos policías y siete manifestantes heridos. Pero, más allá de esos incidentes, la multitudinaria manifestación hizo prácticamente imposible moverse con libertad durante varias horas por la zona de la capital comunitaria donde tienen su sede las instituciones de la UE.

UGT y CC OO participaron en la marcha y el secretario general de la segunda, Ignacio Fernández Toxo, explicó que la propuesta de los sindicatos es un "Plan Marshall en versión siglo XXI", un programa de inversión, dotado con 250.000 millones, para crear once millones de empleos en diez años.

"Europa no debe resignarse a perder sus señas de identidad, que es el Estado social, a partir de las políticas de ajuste que tienen como base exclusivamente la austeridad para el equilibrio de las cuentas públicas. Hay otras políticas y hay posibilidades de financiarlas", insistió el dirigente de CCOO.

Por su parte, Cándido Méndez, de UGT, previno contra la idea de crecimiento "como la continuación de las políticas de austeridad", puesto que así "no podremos sacar adelante el proyecto europeo ni podremos luchar con eficacia contra el desempleo", y el resultado sería "más de una década perdida en Europa".

"Esa Europa no convence, esa Europa no da esperanza a la gente, al contrario lo que da es frustración, inquietud y preocupación. Por eso creo que esta manifestación tiene muchísima utilidad", defendió Méndez.