El superyate Naia, antes Pegaso, el que fue el buque oceanográfico más lujoso del mundo, partió ayer del astillero vigués Freire rumbo a Algeciras tras una serie de adaptaciones a bordo exigidas por su nuevo propietario, un jeque árabe. La salida de esta embarcación ha dejado a Freire sin barcos en sus dos factorías (Bouzas y Coia), a la espera de que entren en vigor los contratos de las adjudicaciones conseguidas el año pasado, un buque escuela para la Armada de Indonesia y un barco de investigación marina para Kuwait.

La firma viguesa había fijado para este mes de abril el inicio de las obras del buque escuela indonesio, de 110 metros de eslora por 12 de manga, pero fuentes sindicales aseguran que los trabajos no comenzarán al menos hasta mayo, lo que obliga a la mayoría de los empleados del astillero -unos sesenta- a acogerse a la regulación de empleo de seis meses aplicada por la empresa. También estaba programada para este mes la firma del contrato del nuevo buque oceanográfico que Freire se adjudicó el pasado diciembre con el Instituto de Estudios Científicos de Kuwait (Kuwait Institute for Science Research), valorado en 30 millones de euros, y cuya construcción es posterior a la del velero.