El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá, previsiblemente, los tipos de interés en el 0,25% pese a la caída de la inflación de la zona del euro en marzo.

La mayor parte de los analistas descarta que el BCE vaya a reaccionar a la desaceleración de la inflación porque se considera que ha estado influida por factores temporales y se prevé una pronta aceleración.

El vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, aseguró el martes que la entidad no ve un panorama de deflación por la baja inflación en el área de la moneda única, tampoco en España, donde el índice de precios de consumo (IPC) volverá a subir.

La inflación interanual se desaceleró en marzo dos décimas hasta el 0,5% en el conjunto de la zona del euro, frente al mes anterior, y cayó hasta el menos 0,2% en España.

El ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, se mostró convencido de que el BCE "actuará" para hacer frente a la baja tasa de inflación, que se aleja mucho del objetivo de la entidad, que es mantener las tasas de inflación en niveles inferiores, aunque próximos, al 2%.

"Creo que el problema no es tanto un problema de deflación; no creo que haya un problema de deflación" en Europa, señaló De Guindos en Atenas.

La tasa de inflación interanual en Alemania cayó en marzo hasta el 1%, frente al 1,2% de febrero.

Algunos economistas prevén que el BCE actuará a más largo plazo para activar la recuperación económica de la zona del euro.

El gobernador del Banco Central Finlandés, Erkki Liikanen, contempló, en una entrevista con el "Wall Street Journal", la posibilidad de tipos de interés negativos en los depósitos para protegerse de una inflación excesivamente baja en la zona del euro.

"Si quieres abordar los asuntos con la política monetaria tradicional, entonces deberías poder bajar más los tipos de interés. Estamos en niveles bajos, pero no hemos agotado nuestro margen de maniobra", dijo Liikanen.