El núcleo duro de la banca acreedora de Pescanova, asesorado por KPMG, entregó ayer un "borrador" de su propio proyecto de futuro para la pesquera a la administración concursal, Deloitte. "Acuerdo de intenciones para el plan de contingencia para el rescate del Grupo Pescanova", se llama el documento firmado por cinco de los seis bancos que componen el llamado G6. Sabadell, Banco Popular, BBVA, NCG y CaixaBank se comprometieron ayer por escrito a inyectar 115 millones de euros en la pesquera si no sale adelante el plan de Damm. Solo el italiano UBI Banca -miembro del llamado G6- no se ha comprometido a desembolsar dinero fresco, pero "es probable" que lo haga. El dinero se aportará de forma dispar según la deuda que cada entidad tenga atrapada en la multinacional, previsiblemente el Sabadell.

El encuentro -avanzado por FARO en su edición del pasado sábado- se produce antes de que Deloitte presente su informe de valoración sobre la propuesta de Damm, única admitida a trámite en el juzgado, para lo cual tiene de plazo esta semana. Los bancos han querido dejar claro a Deloitte -y al juez, en última instancia- que no van a apoyar la propuesta de convenio de Damm y Luxempart. Fuentes financieras explicaron que lo que pretenden es que tanto el administrador como el juez tengan "tranquilidad" a la hora de ordenar, si procede, la liquidación de Pescanova. "Pueden hacerlo sin miedo si tienen que descartar el plan de Damm o esperar a que éste caiga por falta de apoyos", expusieron las mismas fuentes.

La razón esgrimida por los bancos es que ellos están dispuestos a ejecutar su "plan de contingencia", que pasa por la inyección de 115 millones de euros y la refinanciación de la deuda de las filiales para impedir que éstas entren en concurso. Lo que rechazan de plano es declarar los llamados concursos exprés en las filiales y, eso sí, la quita planteada por Damm, que les permite recuperar 700 millones de los más de 3.000 que la pesquera debe a los bancos. La banca quiere "salvar" 1.000 millones de euros, como siempre defendió.

Sin Damm

"Los bancos solo queremos garantizar la continuidad de Pescanova", dicen desde las entidades, que niegan que la liquidación suponga el cese de actividad. "Pescanova no necesita a Damm", inciden, y aseguran que la cervecera catalana no confía en su propio proyecto, lleno de "lagunas". Desde Damm, una portavoz oficial explicó que únicamente esperan un pronunciamiento de la administración concursal o del juez.

Con el encuentro de ayer, celebrado en Madrid, se da por roto definitivamente -y por escrito- el pacto que en su día anunciaron Damm y los bancos para reflotar a la multinacional. Desde las entidades no han querido ahondar en el contenido de su plan ni cuándo se hará público, ya que su intención, a día de hoy, es que el juez tenga en cuenta su decisión de romper con los Carceller (dueños de Damm). Tampoco han dado detalles sobre quién será su socio industrial, y solo insisten en que Pescanova será gestionada por "un grupo experto en el sector pesquero", no por "una empresa cervecera".

Respecto del empleo, los bancos aseguran que es el "verdadero valor de Pescanova, aunque asumen desconocer qué ajustes podrá necesitar el plan de rescate que, dicen, gira en torno al equipo productivo actual. Los 115 millones se inyectarán exclusivamente en las sociedades españolas, y todas las filiales extranjeras deberán refinanciar su deuda con las entidades locales. El proyecto da prácticamente por cerrado el plan de rescate de Pesca Chile, ya que gran parte del dinero que Pescanova necesitaba según el plan de Pricewaterhouse -el primero que se hizo- estimó en 185 millones las necesidades de capital de la pesquera, que la banca elevó después a 250 millones.

Gran parte de aquel dinero contemplaba el rescate de la filial chilena con, entre otros gastos, la alimentación de los salmónidos que se crían tanto en agua dulce como agua salada. La banca también estaba a favor de deshacerse de Nova Guatemala -dedicada a la cría de langostino vannamei- y de la macroplanta de rodaballo que la multinacional posee en la planta de Mira (Portugal).