Zardoya-Otis, el líder mundial en ascensores, escaleras mecánicas y andenes, nombró el pasado mes de enero al vigués Miguel de la Fuente (1968) nuevo director de la compañía para las comunidades de Galicia y Asturias. En su primera entrevista, De la Fuente analiza el impacto de la crisis de la construcción en esta industria, las alternativas de negocio por las que ha apostado Zardoya-Otis y su mayor proyecto a nivel nacional este 2014: el nuevo hospital de Vigo. La firma tiene 207 empleados en Galicia y 15.000 ascensores instalados.

-La crisis de la construcción se ha sentido menos en Galicia que en otras comunidades, ¿se ha percibido también ese menor impacto en su negocio?

-La hemos notado menos que en otras zonas de España mucho más orientadas a la instalación en grandes áreas. En la costa de Levante o el Sur en una sola obra se llegaban a montar hasta 400 ascensores. En Galicia, el mercado está más enfocado a la primera vivienda, y las construcciones en la costa también tienen otra dimensión. Pero el parón en la construcción sí se ha notado y hoy en día se montan muy pocos ascensores, casi ninguno de viviendas, salvo en edificios ya construidos. Ése es el mercado hacia el que nos están reorientando.

-La renovación de ascensores?

-La instalación de ascensores en aquellos edificios que no tienen o bien la renovación de los existentes. Son los dos puntos más fuertes en cuanto a instalación. Pero la parte más importante de Zardoya-Otis se dedica al mantenimiento, y más aquí.

-¿No se percibe un repunte en nuevas instalaciones?

-En este momento no hay. En nuestro caso hemos tenido la suerte de instalar los ascensores del nuevo hospital de Vigo, donde vamos a montar 46 unidades. Es la obra más importante que estamos ejecutando en España en este momento, en todas las dimensiones.

-¿Qué representa el proyecto y en qué fase se encuentra?

-Es la obra más grande que tenemos. Es una oportunidad de instalar unos equipos de alta tecnología. Avanza a un buen ritmo de ejecución, y es una apuesta clara por la calidad por parte del grupo de empresas que están construyendo el hospital. Podían haberse ido a equipos de segunda entidad, pero ha preferido primera marca y equipos singulares, que consumen muy poca energía. Estos ascensores tienen un sistema de regeneración de energía (GeN2). El propio elevador cuando baja cargado genera energía que se vuelve a reutilizar en el edificio y están continuamente controlados con un sistema de monitorización a distancia, de manera que se pueda intervenir en la instalación en remoto para corregir alguna avería, sin que tenga que acudir un técnico.

-¿Qué cuota de mercado tiene Zardoya-Otis en Galicia?

-Entre el 30% y el 35%. Somos líderes.

-¿Cuántas fábricas poseen?

-Tenemos cuatro fábricas en España. En Madrid tenemos la planta de ascensores que instalamos en los edificios que habitualmente vemos cuando estamos en una obra. En San Sebastián fabricamos máquinas de bajo consumo que exportamos a todo el mundo. Máquinas y limitadores de velocidad, otro elemento importante. Luego en Munguía (País Vasco) tenemos otra fábrica en la que hacemos modernizaciones. Son adaptaciones de ascensores antiguos que queremos modernizar, cambiar la maquinaria, cuadros, pulsadores? Y por último está la de Vigo, la de Enor. El objetivo es que también fabrique ascensores para Otis a nivel mundial.

-¿Para las dos marcas?

-Ya está fabricando para Otis hoy en día. Están saliendo ascensores que va a poner Otis, para todo el mundo. Aquí en Vigo se fabrican ascensores singulares, a capricho de arquitectos, para todo Europa. También ascensores para buques. Si vendemos un ascensor en Corea y lo vende Otis lo que espera el instalador y el comprador es que sea Otis, aunque sea de la fábrica de Enor. La mitad de la producción de nuestras fábricas en España es para exportación.