El juez de lo Mercantil 1 de Pontevedra, Roberto de la Cruz, ha decidido que el convenio de Pescanova se tramitará por escrito. Se trata de una medida excepcional motivada por el elevado número de acreedores de la multinacional gallega, que supera los 300, y el hecho de que gran parte de ellos son de fuera de España. La decisión del magistrado implica que no se celebrará una junta de acreedores, según explicaron fuentes jurídicas.

La tramitación por escrito pretende facilitar el proceso dado que la celebración de una junta -como es habitual- sería muy complicado a nivel logístico. La fecha límite para adherirse a una propuesta -o emitir votos en contra- es el 31 de marzo de 2014, con un día de gracia procesal (1 de abril). Del mismo modo ha fijado el 28 de febrero como fecha límite para presentar una propuesta de convenio (con el 3 de marzo como día de gracia).

Podrán formularla tanto la propia compañía como acreedores que, de forma conjunta, superen el 20% del pasivo reconocido por la administración concursal (Deloitte). Hasta la fecha han sido dos los planes formalizados: el del consorcio que lidera Grupo Damm y el de los fondos Centerbridge y BlueCrest. La banca acreedora continúa preparando el suyo para proponerlo a los acreedores en caso de que los otros dos continúen sin satisfacer sus demandas. Dada la complejidad del concurso de Pescanova -es el segundo mayor de la historia empresarial española, solo por detrás de Martinsa Fadesa-, la propuesta de convenio deberá estar preacordada antes del plazo marcado por el juez. Solo así se podrá garantizar que tenga éxito y, por lo tanto, que Pescanova pueda salir de la suspensión de pagos y ponga en marcha su plan de viabilidad.

Deloitte emitirá el informe concursal definitivo cuando termine de resolver todas las impugnaciones de acreedores, que no superan el 20% del pasivo total. Esto ha permitido abrir la fase de convenio sin terminar la común.