Poco más de cinco años. Es lo que ha durado el centro comercial coruñés Dolce Vita, que se inauguró en octubre de 2008 en el polígono industrial de A Grela. Sus responsables decidieron finalmente arrojar la toalla después de meses de lucha para mantener la actividad del centro comercial e hicieron público ayer el cierre del complejo para el próximo 31 de enero. La empresa Larry Smith Group, que se encarga de la gestión de todos los centros del grupo Chamartín -propietario de Dolce Vita-, admitió que el edificio cerrará sus puertas el último día de este mes, aunque sin concretar cuál será el futuro de estas instalaciones. La ciudad, con algo más de 250.000 habitantes, se queda ahora con 11 centros comerciales.

La decisión de los dueños del Dolce Vita supone, además, el reconocimiento del fracaso del proyecto Night Coruña, que pretendía reconvertir el recinto en un centro dedicado al ocio y la hostelería especializada, cuya apertura estaba programada para el 14 de febrero, aunque en el edificio no se había acometido ninguna reforma para acoger los locales que se habían anunciado. La clausura del establecimiento será la más importante ocurrida en España en los últimos años, puesto que desde 2010 solo han cerrado sus puertas otros dos complejos: Mercado Puerta de Toledo, en Madrid, con 12.506 metros cuadrados de superficie comercial; y Urbano Center, en la localidad sevillana de Morón de la Frontera, con 7.000 metros cuadrados de superficie. Frente a estos complejos, Dolce Vita cuenta con 62.197 metros cuadrados, lo que le convierte en el segundo centro comercial de Galicia en tamaño y con cinco veces más extensión que el mayor de los otros dos centros cerrados en el último trienio, lo que supone un duro revés para este tipo de negocio en el conjunto nacional.

La Asociación Española de Centros Comerciales destaca que, sin tener en cuenta el caso de Dolce Vita, los cierres habían supuesto el fin de la actividad en solo el 0,1% de la superficie bruta alquilable existente en España, aunque este porcentaje se incrementará de forma notable con la clausura del recinto coruñés. El colectivo aclara además que el cierre definitivo de un centro comercial es una medida muy improbable, ya que cuando surgen dificultades para su viabilidad se acometen las reformas necesarias para su reorientación con el fin de reflotarlo.

La implantación de Dolce Vita en A Coruña se efectuó cuando en los cuatro años anteriores a su apertura habían iniciado su actividad en la ciudad otros tantos centros comerciales. Fue precisamente Marineda City el principal problema para la viabilidad de Dolce Vita, puesto que esta iniciativa contó desde el primer momento con un respaldo del Ayuntamiento del que no gozó el proyecto del grupo Chamartín. El Gobierno local recalificó primero los terrenos en los que se levantó Marineda, a cuyos promotores -los empresarios Manuel Jove, José Collazo y José Souto- liberó de la cesión obligatoria de terrenos para la construcción de viales, zonas verdes y equipamientos. Ahora este macrocentro tiene un competidor menos.