La farmacéutica porriñesa CZ Veterinaria se ha adjudicado el contrato para el suministro de al menos 7 millones de pruebas diagnósticas de la tuberculosis bovina para la campaña nacional de erradicación de esta enfermedad que desplegará el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, según ha podido saber FARO.

El importe del lote, que será fabricado íntegramente en las instalaciones que la compañía de capital gallego tiene en el polígono de Torneiros, asciende a 723.800 euros, según consta en el pliego de la adjudicación. CZV es líder en la producción de este tipo de tests de diagnóstico de enfermedades que afectan a las cabañas ganaderas. El Gobierno también adquirió este año un paquete de 3 millones de pruebas para el diagnóstico de la brucelosis en rumiantes por 150.000 euros.

La tuberculosis bovina es una enfermedad crónica de los animales provocada por la bacteria Mycobacterium bovis (M. bovis), un bacilo perteneciente al género Mycobacterium, que guarda una estrecha relación con las bacterias causantes de las tuberculosis humana y aviar. La enfermedad es contagiosa y se propaga por contacto con animales domésticos o salvajes infectados. La prueba de la tuberculina es el método clásico de diagnóstico, que consiste en medir la reacción inmunitaria tras la inyección intradérmica de una pequeña cantidad de antígeno.

El Ministerio, a través de la Mesa de Contratación de Servicios Comunes, ha licitado la compra a CZ Veterinaria de un mínimo de 7 millones de dosis de tuberculina bovina para la realización del diagnóstico en el marco del Programa Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, por un importe bruto de 723.800 euros. El Gobierno justifica el contrato con la firma que dirige el vigués Andrés Fernández por haber presentado la oferta de precio más bajo y "no incurrir en valores desproporcionados".

CZ Veterinaria ya exporta más del 60% de su producción y en 2012 registró una facturación de 13,9 millones de euros. El grupo cuenta con cinco plantas: una de Micobacterias, la mayor del mundo por capacidad, donde se fabrican más de cien millones de dosis de tuberculinas bovina y aviar, así como vacunas contra la Enfermedad de Johnes; otra de vacunas clostridiales, en la que se combinan diez cepas diferentes; una tercera de compuestos contra la Brucelosis, que fabrica decenas de millones de dosis al año (entre estas la RB-51, la única vacuna que permite diferenciar animales vacunados de infectados); otra de cultivos celulares; y la última de vacunas para peces, inaugurada en 2010. CZV también es el mayor fabricante de vacunas contra la enfermedad conocida como la lengua azul del ganado.

La división de humana del grupo, Biofabri, fabricará la nueva vacuna contra la tuberculosis y está desarrollando otros compuestos, como la primera vacuna contra la cistitis recurrente.