Algunos de los principales grupos empresariales de la construcción naval polaca, como Crist y Nauta, han iniciado contactos con responsables de las administraciones públicas de Canarias con la intención de trasladar divisiones de sus factorías al Archipiélago.

La principal motivación de los empresarios polacos, que ya han valorado las posibilidades administrativas y fiscales de la operación, es el impulso de la actividad de los astilleros de Gran Canaria. Se trata de un terreno conocido para los profesionales del sector polaco, ya que técnicos del país suelen participar en las reparaciones de plataformas y buques petroleros que recalan en Las Palmas de Gran Canaria.

Por su parte, el Ayuntamiento de la capital grancanaria considera que la disposición de estos astilleros extranjeros es una "buena noticia". El alcalde, Juan José Cardona, destacó que "el entorno internacional está apreciando la evolución de La Luz para convertirse en un puerto de cuarta generación, especializado y certificado".

Exhaustivo control

Aunque las autoridades de Canarias son conscientes de la intención de los empresarios polacos, Bruselas mantiene un exhaustivo control sobre el sector naval, por lo que no existe posibilidad de que la instalación pueda recibir incentivos. Sin embargo, no se descarta la entrada de inversores foráneos que sufraguen los rellenos y acondicionamientos necesarios.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, confirmó que se buscará espacio para ubicar a nuevos talleres que puedan recibir a plataformas y buques del petróleo. Ya este año, la administración portuaria adjudicó una nueva parcela para reparaciones especializadas en barcos del petróleo al Grupo Zamakona, que ya opera en la capital grancanaria, al igual que el astillero Astican.