El producto interior bruto (PIB) de Francia experimentó en el segundo trimestre del año un crecimiento del 0,5% respecto a los tres meses anteriores, cuando la economía se contrajo un 0,2%, lo que permite al país galo abandonar la recesión en la que se encontraba desde el cuarto trimestre de 2012, según reflejan los datos publicados por el instituto francés de estadística, Insee.

El repunte de la actividad económica se explica por el incremento del consumo de los hogares (+0,4% desde -0,1%), mientras se atenuó el descenso de la formación de capital fijo (-0,5% desde -1%).

De este modo, la demanda doméstica tuvo una contribución positiva de tres décimas al PIB, cuando en los tres primeros meses del año había restado una décima.

Por su parte, las exportaciones aumentaron en el segundo trimestre un 2%, tras caer medio punto en el primer trimestre, mientras las importaciones aumentaron un 1,9%, tras crecer una décima entre enero y marzo, lo que permitió una aportación neutra de la balanza comercial, que en el trimestre anterior restó dos décimas al PIB.