La "guerra" del naval en Europa es real. Hasta nueve países se han cruzado denuncias ante los servicios de Competencia de la Comisión Europea (CE) por el uso de supuestas ayudas ilegales en un intento de desestabilizar y, si fuese posible, neutralizar a la competencia y repartirse un pedazo más grande del mercado. El estado que más demandas ha dirigido contra sus rivales es -con mucha diferencia respecto al resto- Holanda, impulsora precisamente de la denuncia contra el tax lease que amenaza ahora el futuro de la industria naval española.

A los astilleros españoles no les cabe la menor duda de que se está utilizando a Competencia como "ariete" en esta guerra comercial, y que los servicios que dirige el comisario español Joaquín Almunia permiten ese uso interesado. La denuncia de Holanda contra el tax lease fue secundada por Noruega (que ni siquiera pertenece a la eurozona), Reino Unido (otro tanto), Alemania y Francia, que también vieron filón en la parálisis del sector naval español. A su vez, los astilleros españoles, a través de Aclunaga y el Foro Marítimo Vasco, han denunciado el sistema de ayudas de Holanda, y ésta, por segunda vez, el nuevo régimen de arrendamiento financiero español aprobado el pasado mes de noviembre por Bruselas (como avanzó FARO).

No son las únicas denuncias. Competencia también tiene investigaciones abiertas sobre Malta, Chipre y Grecia, y también ha exigido la devolución de las ayudas concedidas durante año a Estaleiros Navais de Viana do Castelo, en Portugal.

La consejera delegada de Pymar, Almudena López del Pozo, tiene muy claro que esta "guerra comercial" ya está beneficiando a los astilleros asiáticos (China y Corea del Sur). "Al final, supongo que los asiáticos nos harán un monumento", afirma. López del Pozo insta a Almunia a que no caiga de nuevo en "esta trampa" que solo perjudica a los intereses del sector en Europa.