El presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, está convencido de que el mensaje que dirigió al sector naval el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, "ha sido una inmersión en el helado Báltico".

La difícil situación que atraviesa este colectivo estalló la semana pasada después de que Almunia anunciara en Madrid que va a proponer a la CE que España reintegre las ayudas fiscales a la financiación de la construcción naval ("tax-lease"), que ascienden a unos 2.000 millones de euros.

El responsable de la Confederación de Empresarios de Galicia entiende, en una entrevista que hoy publica el periódico El Correo Gallego, que estas palabras "nos han dejado hundidos" y opina que en el momento en el que está España es inadmisible que casi 90.000 trabajadores más vayan al paro.

Como cónsul de México en Galicia, no cree que esto vaya a afectar a la construcción de los floteles para Pemex: "Hace escasos días hablé con el embajador y me confirmó todo lo que tenemos previsto. El 'tax lease' es un tema que preocupa en la entrada del capital. Almunia dice que no lo tienen que devolver los astilleros, pero hay que ver cómo están los contratos".

En el asunto de los floteles, añade, se está analizando la "fórmula más fácil" puesto que en el país azteca hubo un cambio de gobierno y se modificaron las condiciones de contratación de las empresas públicas: "Cuando eso se pueda adaptar no va a haber ningún problema. Hay un interés serio en la construcción de floteles en Galicia y en la entrada de astilleros".

De las oportunidades en Uruguay, tras la reciente visita de su presidente, José Mujica, considera Fontenla que allí están intentando hacer un puerto de aguas profundas y Mujica "se quedó muy impresionado con las infraestructuras en Galicia" así que "por supuesto" hay posibilidades.

En el terreno estrictamente laboral, Fontenla no sitúa las prioridades en liquidar el salario mínimo, y sí "en cómo podemos dar trabajo", al tiempo que apuesta por armonizar la indemnización por despido con la que se abona en Francia, Inglaterra o Alemania, los países con los que se compite.

"Lo mismo que pedimos armonización fiscal debería haber una armonización laboral. Tenemos una serie de costes que estamos padeciendo que nos hacen menos competitivos que otras naciones. Es posible que sea una de las causas que está provocando el paro que tenemos".

De Novagalicia Banco cree que hay una "importante presión" de los grandes bancos en que se venda, porque "por una parte se eliminaría un competidor y por otra ganarían mercados", e insiste en la importancia de tener una entidad financiera en Galicia que pueda apoyar proyectos estratégicos por la sensibilidad que ello supone.

"En esto me consta que hay un apoyo importante del presidente Feijóo. Sin él las posibilidades serían menores", remarca.

De la comisión parlamentaria que investiga la desaparición de las cajas, afirma que "nos está recordando cosas y enseñando otras nuevas, que quizá en un juzgado tendrían menos repercusión porque es más opaco. Creo que es conveniente saber qué papel jugó cada uno y es interesante porque no evita que se pueda acudir a la Justicia ordinaria. Lo malo es que haya algún implicado importante que no venga", matiza.

En la cuenta atrás para dirimir el nuevo presidente de la CEG, no desvela Fontenla si concurrirá -"si la gente pide que me presente lo consideraré"- y, tras tres mandatos, consultado por si habría que limitar el tiempo al frente de las instituciones, manifiesta: "Hay argumentos a favor y en contra. A veces se echa de menos a un presidente bueno cuando se va y otras veces se piensa para qué seguir padeciendo a alguien cuando ya no tiene ideas y está agotado".

Lo que sí garantiza es que quien ocupe este cargo se encontrará "con una institución sólida, no ardiendo como la cogí yo".