Netherland Shipowners, Dutch Metallurgicall, Scheepsbouw Nederland, Vereniging van Ondernemingen, Verband für Schiffbau, Zentralverband Deutscher Schiffsmakler o The Norwegian Shipowners' Association son los principales grupos de presión (lobbies) que trabajan en Bruselas para defender el sector naval de Holanda, Alemania y Noruega. Destinan, entre todos ellos, más de un millón de euros al año de presupuesto para llevar a cabo su cometido: negociar políticamente para beneficiar a sus astilleros y empresas auxiliares.

Según el registro del Parlamento Europeo tienen acreditadas a más de veinte personas para que trabajen día a día en el máximo órgano legislativo comunitario. "Son muy efectivos", asegura el portavoz de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón. "Se han revelado como instrumentos eficaces para conseguir ventajas comerciales y fiscales a través de presiones y negociaciones políticas y, obviamente, infringiendo en múltiples ocasiones las normas de leal competencia y la legalidad comunitaria", condena.

Mallón considera que "en expediente de tax lease español se podría llegar a producir, de cumplirse las declaraciones de Almunia, el mayor impacto económico e industrial de la historia de la Unión Europea por impulsos de lobbies".