El grupo vasco de componentes para automoción Mendiguren y Zarraua (MZ) solicitó el pasado martes la liquidación de sus centros de Berriz y Abadiño (con 241 empleados), proveedores de la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën y de otras cuatro fábricas de coches en España y Portugal, según confirmaron ayer fuentes del sindicato ELA. La decisión de MZ se tomó apenas un día después de que el personal de ambos centros iniciase una huelga indefinida por las diferencias surgidas con la dirección de la empresa en la negociación del nuevo convenio colectivo. Otra huelga celebrada el pasado marzo en esta misma compañía ya había obligado a Balaídos a suspender el turno de noche y a dejar de ensamblar 800 vehículos. En esta ocasión, según ha podido saber FARO, el centro vigués dispone de stock suficiente de piezas para aguantar unos quince días.

MZ elabora diversas piezas metálicas (sistemas de apertura y sujeción de los capós) para los modelos que se producen en Vigo y en la planta portuguesa de PSA en Mangualde. También son clientes directos de esta compañía las plantas de Daimler (Mercedes) en Vitoria, Seat (Volkswagen) en Martorell (Barcelona) y Ford en Almussafes (Valencia). Según fuentes de ELA, el grupo les trasladó que la solicitud de liquidación (la firma se encontraba en concurso de acreedores) se presentó el pasado martes en un juzgado de lo Mercantil de Vizcaya.

Las mismas fuentes señalaron que no entienden la decisión de MZ porque el grupo prevé facturar este año una cifra "similar" a la de 2012 y tiene asegurados nuevos pedidos para el próximo ejercicio. "No vemos ninguna justificación, la empresa está jugando a órdagos", señalaron desde ELA a Europa Press. La decisión se tomó un día después de que los trabajadores iniciasen una huelga indefinida por diferencias en la negociación del convenio. El Gobierno vasco incluso llegó a mediar el pasado viernes entre ambas partes para llegar a una solución y evitar la huelga, pero al final no se llegó a un acuerdo. La compañía dejó claro el pasado fin de semana que si se convocaba huelga se procedería a liquidar la empresa, según fuentes sindicales.

Las diferencias entre ambas partes vienen arrastrándose desde el mes de marzo, cuando otra huelga indefinida en MZ paralizó varias plantas de coches españolas, entre ellas, la de PSA-Vigo. En aquella ocasión, también con la mediación del Gobierno vasco, se llegó a un acuerdo con la plantilla tras comprometerse el grupo vasco a retirar una bajada de salarios y a blindar el empleo. Pero la paz social duró poco tiempo.

La liquidación de la compañía volverá a afectar a cinco fábricas de coches. En el caso de Daimler, la empresa iniciará hoy la negociación de un expediente de regulación de empleo temporal con el comité en previsión de que se quedará sin piezas esta misma semana (en su caso, cajas de asientos). PSA-Vigo, por su parte, dispondría de stock suficiente de piezas para aguantar unos 15 días.

Ante la decisión de la empresa vasca, los trabajadores de ambas plantas de MZ han decidido continuar adelante con la huelga indefinida que iniciaron el pasado lunes. De confirmarse el cierre definitivo, los fabricantes de coches tendrían que buscar otro proveedor que asuma esta carga de trabajo.