Pescanova SA, Pesca Chile (en quiebra), Argenova, Pescafina (en preconcurso) y, ahora, Pescanova Brasil. La filial carioca de la multinacional que preside Manuel Fernández de Sousa ha solicitado la "recuperação judicial" en Río de Janeiro, equivalente al concurso de acreedores. Así lo anunció ayer el administrador concursal, Deloitte, en una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La empresa no hizo lo propio con la filial argentina, Argenova, que también suspendió pagos el 3 de mayo en la Cámara de Apelaciones en lo Comercial de Buenos Aires. Deloitte ha intentado, desde el 29 de abril, tomar el control de las filiales sin tener mucho éxito en algunas de ellas.

Pescanova Brasil, con sede social en la capital del país, está dedicada a la producción acuícola de tilapia en la región de Pernambuco. También comercializa y distribuye los productos de la compañía. Según la memoria oficial de Pescanova (de 2011), la multinacional posee el 98,5% de esta firma. La producción acuícola de pescado acarreó algunos problemas a la empresa el año pasado, tanto por la avería en la planta de rodaballo en Mira (Portugal) como por la caída del precio del salmón, a lo que se dedica Acuinova y Nova Austral (Chile).

La crisis de liquidez de la matriz ya aventuraba graves problemas para sus filiales, y desde las auditoras auguraron una "cascada" de concursos entre las sociedades dependientes. De acuerdo con fuentes conocedoras del trabajo de KPMG (auditor forense), Pescanova France (empresa dedicada a la comercialización de los productos pesqueros y de cultivos del grupo), con sede en Saint Contest, al norte del país galo, también tiene problemas de liquidez. Eiranova, la filial irlandesa, tampoco se salva de la falta de circulante.