Manuel Fernández de Sousa, presidente de Pescanova, se dirigió ayer por carta a la plantilla. Este es el texto íntegro.

Pescanova está pasando en este momento una situación difícil; pero eso no es nuevo. En el pasado hemos superado circunstancias adversas y hemos crecido y aprendido de ellas. Hubo un tiempo, cuando la extensión de la Zona Económica Exclusiva de Explotación de los Recursos Marinos a 200 millas, en el que no tuvimos dónde pescar. También, a principios de los 90, nuestra moneda se devaluó tanto que las cuentas no salían para poder desarrollar nuestra actividad basada en producción fuera de nuestras fronteras y venta en España. En ambas ocasiones, como en otras, siempre encontramos soluciones.

Nuestra empresa siempre fue pionera porque fue capaz de encontrar grandes soluciones a grandes problemas y tuvo las ideas e innovación para hacerlo. Un trabajo de todos.

Recuerdo cuando llegué a esta casa hace 37 años en que facturábamos 27 millones. Hoy alcanzamos una cifra que multiplica por 70 aquella. Esta realidad constatada se ha conseguido gracias al esfuerzo colectivo que nos ha posicionado como la quinta empresa del mundo en el sector de la alimentación marina, presente en más de 20 países de los cinco continentes; la primera compañía pesquera de España y Europa y, si se me permite la inmodestia, la mejor del planeta si observamos la calidad de sus activos y su demostrada facultad de investigación e innovación.

Contemplo con pesar algunos titulares de prensa que dibujan una compañía en estado de liquidación, con descalificativos a una gestión que desconocen. Debo deciros con total rotundidad que no dan una imagen fiel de lo que es Pescanova y cuál es nuestro potencial con el Valor de Empresa creado en estos años.

Como ejemplo de ello, basta con mencionar que, en los últimos meses, los precios de venta de los productos de nuestros proyectos acuícolas, que han sido la base de nuestro reciente crecimiento exponencial y endeudamiento, aumentan en todo el mundo y en los últimos 6 meses tanto el rodaballo, como el langostino, como el salmón han subido entre el 30 y el 80% sus precios. En otras palabras, los frutos de tanto esfuerzo y audacia están empezando a aflorar ya desde noviembre de 2012.

Desde estas líneas os pido que no perdáis el ánimo que siempre habéis tenido y que no dejéis que los acontecimientos recientes os impidan seguir siendo fieles a vosotros mismos.

Pescanova se hizo y creció casi sin capital, a base del crédito bancario, como la inmensa mayoría de las empresas españolas. Esto que nos sirvió para crecer y construir lo que Pescanova es hoy (una empresa única e irrepetible), sin embargo ha sido siempre nuestro punto débil y lo es ahora también. Pero, al igual que en el pasado, Pescanova sabrá salir también del problema actual y lo hará reforzada, si cuenta con vuestra dedicación y apoyo.

Pasarán unos meses en que la incertidumbre del proceso actual, guiado por la administración judicial designada, pueda mermar vuestro entusiasmo y producir desconcierto. Pero, pensar que esta situación será por tiempo limitado y que vuestra colaboración probada durante tantas décadas debe reafirmarse con la actual administración concursal, pues es ahora más fundamental que nunca para superar con éxito esta circunstancia.

No dejéis que esa ilusión, que nos unió y nos hizo crear lo que nadie de nuestra competencia ha sido capaz de hacer, se vea mermada por lo que se pueda decir ahora. Vosotros conocéis la realidad mejor que nadie. En 52 años, Pescanova no tuvo un proyecto más sólido y bien enfocado estratégicamente que ahora.

Pescanova es viable, sus activos y su estrategia son las adecuadas en el mundo actual y en la previsión para los próximos 10 años.

Ánimo, fuerza y confianza en vosotros mismos y en la Pescanova a la que queréis y sabéis que es viable.