Los bancos españoles atrapados en Pescanova retomaron ayer los contactos entre ellos con el objetivo de cerrar la próxima semana el crédito de 55 millones de euros que precisa con urgencia la multinacional pesquera para mantener su actividad, según indicaron a FARO fuentes conocedoras de las negociaciones. En la reunión, por vía telefónica, no participó la administración concursal de la compañía, Deloitte. Las entidades buscan concretar una hoja de ruta en la que se definan las condiciones y aportaciones de cada uno de los bancos. Esta inyección de 55 millones es clave para, entre otras cosas, pagar las nóminas de los próximos meses. Sobre esto, Deloitte garantizó ayer al comité de empresa el pago de los salarios pero no descartó que más adelante sea necesario reestructurar la plantilla.

Los bancos del denominado stering committe mantienen su voluntad de arrimar el hombro para sacar Pescanova adelante. Sabadell, Popular, NCG Banco y Caixabank retomaron las conversaciones para perfilar la inyección de 55 millones que necesita con urgencia Pescanova. El crédito, inicialmente a doce meses, podría reducir su periodo de retorno a nueve. Éste es uno de los cambios analizados ayer por las entidades financieras. El lunes está programada una nueva reunión que podría ser clave para desbloquear la situación. Los bancos también darán a conocer su hoja de ruta a otras entidades para que se sumen al préstamo. Entre las más receptivas estarían Santander, BBVA y Bankinter, según fuentes conocedoras de las negociaciones.

Las mismas fuentes indicaron que Deloitte ha sondeado a Rabobank, Banco Espirito Santo, Ubi Banca, Liberbank, Bankinter, Santander y BBVA, aunque solamente estas tres últimas estarían dispuestas a respaldar una nueva financiación.

De los bancos extranjeros, Royal Bank of Scotland (RBS) ya rechazó socorrer a la pesquera viguesa, mientras que Deutsche Bank no descarta respaldarla.

Las que sí estarían dispuestas a financiar al gigante vigués serían las gestoras de inversión KKR y Oaktree, según informó ayer Expansión. Ambas prestarían dinero siempre que consigan garantizar su inversión con diversos activos de la empresa. Este propósito cocha con la posición de los bancos acreedores, que tienen asegurados sus créditos con los principales negocios de la compañía.

Las gestoras analizarían dos opciones en este escenario: una, conceder financiación a corto plazo y aliviar los problemas de liquidez del grupo. La segunda opción sería una inyección de deuda a largo plazo, que incluiría la compra con descuento de parte de los créditos que las entidades financieras tienen con Pescanova. Según fuentes del mercado, KKR y Oaktree preferirían la segunda alternativa.

El crédito de 55 millones que se negocia con la banca se destinará fundamentalmente al pago a proveedores de filiales en el extranjero, sobre todo de Argentina y Chile.

Plantilla

Deloitte ha garantizado a los miembros del comité de empresa que se pagarán las nóminas de mayo y junio, aunque no descarta que más adelante sea necesario reestructurar la plantilla, una vez se negocie el plan de viabilidad de la multinacional. Fuentes sindicales matizan que el principal objetivo de los administradores de Deloitte es conseguir la inyección de liquidez de 55 millones. Las centrales confían en que el plan de viabilidad se centre más en el aspecto financiero "que de recorte de trabajadores".

Quien no cree necesario reestructurar la plantilla es el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro. Fuentes próximas al empresario señalaron ayer a Efe que esta situación se podría evitar traspasando la actividad y la plantilla de Pescanova a Pescanova Alimentación.