Un parón de la industria china sacudió ayer con fuerza a las bolsas de todo el mundo. La actividad manufacturera se contrajo con fuerza durante mayo en el gigante asiático, lo que desató el pánico entre muchos inversores. La más afectada fue la bolsa japonesa que se dejó más de un 7%. Este descenso se llevó por delante a buena parte de los parqués asiáticos e hizo cerrar en negativo a los europeos y abrir a la baja a Wall Street.

Las caídas generalizadas en Asia y la posibilidad de que la Reserva Federal modere su política monetaria expansiva a partir de junio hicieron que durante toda la jornada los parqués europeos cotizaran en negativo, aunque moderaron sus pérdidas al cierre. La mayor caída correspondió a Milán (bajó un 3,06%). Mientras que el Ibex 35, el principal selectivo español, retrocedió un 1,4%.

Además, las acciones de Bankia se desplomaron un 51,43% y marcaron un precio del 0,680 euros, una semana antes de que se emitan los nuevos títulos procedentes de la ampliación de capital a un precio de 1,35 euros. La Comisión Nacional del Mercado de Valores anunció al cierre de la sesión que analizará movimientos extraños en el valor, sobre el que se han negociado más del doble de títulos de los que están cotizando.