El fondo Luxempart, que con el 5,837% de los votos es el tercer accionista de Pescanova, asegura estar "trabajando" con miembros del consejo y accionistas de la empresa para "revocar" al presidente, Manuel Fernández de Sousa. En una nota enviada a sus accionistas, la compañía -representada en la pesquera por François Tesch- asegura que la intención es la de "nombrar un nuevo" consejo que sea representativo del accionariado de la multinacional.

La razón estriba en el hecho de que Sousa apenas posee el 7,5% de los votos, cuando hasta hace un mes aseguraba tener casi el doble. El presidente de la pesquera vendió 1,9 millones de títulos entre el 4 de diciembre y el 27 de febrero, cuando ya conocía las tensiones de tesorería de la firma. El día 25 de febrero, de hecho, avisó a los consejeros externos dominicales de la posibilidad de no poder afrontar el pago de 15 millones de euros de un préstamo sindicado. Ello no le impidió vender, entre ese mismo día y el 27, 36.000 acciones por más de 600.000 euros.

Pese a tener el 7,5% de los votos en la compañía, Sousa posee cuatro sillas en el consejo de administración (contando con la suya). Su hermano Fernando representa a la sociedad ICS Holdings Limited (sin capital); su hijo Pablo, a Inverlema (también sin capital). Por último contaba, hasta el 30 de abril, con un histórico trabajador de la casa en representación de Gicsa (Jesús García). Su amigo, trabajador de Pescanova desde 1964, dimitió de su cargo como consejero tras haber perdido su "confianza" en la gestión de la firma.

Por esta razón, socios como Luxempart, Damm (segundo accionista con el 6,2% de los votos) o Silicon Metals Holding (5%) consideran que la composición del consejo no representa al accionariado de la firma. Además de sus familiares y del propio García, Sousa cuenta aún con el apoyo incondicional del independiente (desde 1993) Robert Albert Williams, a quien conoció cuando Pescanova se asentó en Namibia.

Según la misma nota enviada a los accionistas, Luxempart reconoce que la devaluación total de los bonos convertibles podría acarrearle unas pérdidas adicionales de cuatro millones de euros. Esta sociedad otorgó un valor de cero euros a la participación que tiene en la pesquera gallega y decidió provisionar 44 millones por el deterioro del valor.