La reestructuración de la fábrica de Porriño de Gestamp no tiene vuelta atrás. El grupo burgalés ha comunicado al comité de empresa que ha contratado una empresa independiente para auditar la situación del centro de As Gándaras, donde se ha detectado un exceso de mano de obra indirecta de 60 personas, como adelantó FARO (ver edición del 10 de mayo). La planta debe reducir sus costes en 3 millones de euros al año para garantizar su viabilidad de futuro, según indicaron responsables de Gestamp a los representantes de los empleados el pasado lunes.

Gestamp Vigo cuenta con 309 trabajadores en plantilla, a los que a finales de mes se sumarán otros 25 de la unidad de cataforesis que antes estaba en San Andrés de Comesaña (Vigo) y que se ha trasladado a Porriño. Entre las salidas que propone la dirección estaría el traslado de alrededor de 40 empleados a otras plantas del grupo en Barcelona, Comunidad Valenciana y Navarra, siempre que dichos centros necesiten personal. Los trabajadores disfrutarían de un año de contrato en su nuevo destino y, finalizado ese plazo, podrían quedarse con contrato indefinido si sus nuevos jefes así lo quisiesen. En caso contrario, la indemnización correspondiente sería de 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.

Gestamp también mantiene abierta la oferta de bajas voluntarias y jubilaciones parciales. La multinacional española del automóvil también ha pedido a los sindicatos con representación en el comité que presenten sus propias propuestas para que el centro porriñés pueda alcanzar esos 3 millones de ahorro necesarios. Según fuentes sindicales, la supuesta sobredimensión de la plantilla de Gestamp Vigo ha estado sobre la mesa desde hace tiempo. El grupo acaba de completar una importante inversión en el Polígono de As Gándaras para acompañar los lanzamientos de PSA-Vigo, aunque también trabaja para Renault y ha captado algunas referencias para un nuevo modelo de Volkswagen.