Pesca Chile SA ya no está bajo el dominio de su matriz, Pescanova SA. El día 2 de mayo, como adelantó en exclusiva FARO, la juez María Paula Merino Verdugo declaró la quiebra de la compañía, que arrastra con ella a sus dos filiales: Acuinova y Nova Austral (dado que la multinacional tiene el 80% de esta firma). Aún este viernes la magistrada emitió un auto para informar al representante de la empresa española en Pesca Chile, Marcos Osuna, de que la compañía estaba quebrada porque antes no había comparecido en sede judicial. "El horizonte para vender todo es de entre seis meses y un año".

Con esta crudeza se pronuncia el administrador concursal (síndico) de Pesca Chile, Herman Chadwick. "La empresa quebró y el síndico, que en este caso soy yo, tengo que vender los activos para pagar las deudas de los acreedores", explicó en un diálogo con FARO. El día 26 de junio se producirá la primera junta de acreedores, momento en que Chadwick informará "del estado de la empresa". Hasta entonces, la actividad (tanto de la flota como de las plantas acuícolas) seguirá siendo "normal". La juez, en una providencia de este viernes -a la que ha tenido acceso este diario- ha decidido que cualquier demanda de impago contra esta filial de Pescanova se aglutine en la misma causa.

Por lo pronto, Chadwick colocó a dos gestores al frente de las filiales, que cuentan con 18 granjas de cultivo de salmón. En el caso de Acuinova Chile, Pescanova intentó (sin éxito) sacarla a bolsa, primero, y venderla a Marine Harvest, después. Tal y como explicó el administrador, nadie de Pescanova se ha puesto en contacto con él desde que se decretó el principio del final de la división chilena de la multinacional gallega.