El consejo de administración de Caja Madrid, compuesto por representantes del PP, PSOE, IU y los sindicatos CCOO y UGT, respaldó de forma unánime al expresidente de la entidad madrileña Miguel Blesa en la compra del City National Bank de Florida, con sede en Miami (Estados Unidos).

La operación que ha servido de base al juez de Madrid para mandar a Blesa a prisión eludible bajo fianza de 2,5 millones de euros fue la misma que recibió el apoyo de los veintiún vocales del consejo de administración de Caja Madrid, con independencia de su procedencia.

Las cajas de ahorros, criticadas por su politización, estaban tuteladas por los gobiernos autonómicos y configuraban sus órganos de gestión con representantes de los diferentes partidos, pero también de clientes, trabajadores y organizaciones de la región.

De ese modo, al igual que la Comunidad de Madrid, el consejo de administración de Caja Madrid estaba controlado por el PP, con Miguel Blesa a la cabeza, y otros consejeros afines a las distintas "familias" de la formación como Mercedes de la Merced, Jesús Pedroche, Alberto Recarte, Mercedes Rojo, Ricardo Romero de Tejada, Estanislao Rodríguez-Ponga y José Manuel Fernández Norniella.

Todos ellos dieron en abril de 2008 su voto favorable a la compra del 83 % del City National Bank por 927 millones de dólares (unos 618 millones de euros) en efectivo y a la opción para hacerse con el 17 % restante del capital con otros 190 millones de dólares (unos 127 millones de euros) poco después, algo que ya llegó con Rodrigo Rato en la presidencia de la caja madrileña.

Sin embargo, según han relatado hoy a Efe algunos exconsejeros, tanto Rodríguez-Ponga como Fernández Norniella mostraron reticencias a la compra por el montante de la misma, aunque la valoración de la entidad estadounidense estaba en línea con los múltiplos de las últimas transacciones en la zona por otras entidades españolas.

Quizá con ese argumento, al final la compra recibió el visto bueno no sólo de todos los consejeros del PP, sino también del de IU, José Antonio Moral Santín, y de los socialistas Antonio Romero, José María Arteta, Ramón Espinar y José María de la Riva.

Al margen de los representantes políticos, los cuatro consejeros vinculados a CCOO -Juan José Azcona, Francisco Baquero, Pedro Bedia y Rodolfo Benito- respaldaron la compra del banco estadounidense, al igual que Gonzalo Martín (UGT).

De esta forma, la inmensa mayoría del consejo daba luz verde a la operación, que consiguió el apoyo unánime gracias al voto favorable de Gerardo Díaz Ferrán, representante de los empresarios madrileños; Ignacio de Navasqüés, por el sector de los impositores; y Guillermo Marcos, como independiente.

En aquel momento, la caja presidida por Blesa destacó que la adquisición del 83 % del City National Bank era la mayor operación internacional de la historia de Caja Madrid y le servía para reforzar su presencia en el exterior.