Bruselas insiste en que la reforma laboral del Gobierno es insuficiente. Quiere más medidas. La última sugerencia es la implantación en España de un "contrato único abierto", sobre todo, juvenil, según señaló esta semana el comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Ándor. El objetivo de esta medida, según Bruselas, reducir la temporalidad y favorecer la creación de empleo.

La posibilidad de un contrato único ha sido rechazada tanto por el Gobierno, que lo considera inconstitucional, como por la patronal -cree que el modelo económico español hace necesarios "diferentes tipos de contrato"- y los sindicatos, que dicen "invita" al despido.

Pero en el hipotético caso de que se implantara esta modalidad en nuestro país, ¿en qué consistiría y qué consecuencias tendría?

Homogeneizar la contratación

"El contrato único es una forma de homogeneizar las formas de contratación mediante una única vía", explica Cayetano Sánchez Butrón, del despacho de abogados Sánchez Butrón, que considera no se adapta a la situación o la demanda del mercado laboral en España.

Para Fernando Moreno, director del Instituto Internacional Cuatrecasas y consejero del Área Laboral Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, lo que se pretende es un contrato "que formalmente fuera indefinido y que el empresario pudiera rescindir en cualquier momento la relación laboral, tenga o no causas para ello".

De este modo, habría una sola modalidad de contratación y el empresario, "una vez sabe lo que le va a costar el trabajador y que no tiene control judicial, tendría confianza para contratar a más personas. Esta sería la propuesta que aúna más partidarios", asegura Moreno.

¿Es necesario?

A juicio de Sánchez Butrón, la situación actual "requiere una reforma" del sistema de contratación. "Hasta el extremo de un solo contrato no, pero sí una simplificación, teniendo en cuenta el gran número fórmulas contractuales que tenemos, con el objetivo de lograr una mayor contratación", apunta el abogado laboralista.

En la misma línea, Moreno señala que "hay cierto consenso social en que convendría simplificar y hacer más sencillas y transparentes esas modalidades. Pero dar ese salto plantea dificultades prácticas y jurídicas".

En este sentido, explica que los defensores del modelo único "parece que en el fondo lo que están diciendo es que el empresario toma la decisión de despedir con la correspondiente indemnización y el trabajador no tiene nada que reclamar, salvo que se le esté discriminando por razón de sexo, religión o raza. Y eso hoy no es posible con nuestra Constitución".

El director del Instituto Internacional Cuatrecasas cree que el modelo único sería difícil de aplicar porque al pasar "los razonamientos económicos" que hacen los economistas, "defensores de este modelo, al terreno jurídico práctico nos encontramos con muchas dificultades".

¿Despido más barato?

Esta modalidad de contrato supondría en la práctica un abaratamiento efectivo del despido. "Se comentaba en torno a 8, 10 ó 12 días por año trabajado, frente a los 33 días actuales. Esto implicaría una reducción de los actuales derechos de los trabajadores", explica Sánchez Butrón.

"El trabajador tendría derecho a una indemnización que variaría de unos 10 a 30 días máximo y que subiría en función de la antigüedad", aclara Fernando Moreno.

Ventajas e inconvenientes

Además de la reducción de los derechos de los trabajadores, con el contrato único "habría una mayor facilidad para el despido", asegura Cayetano Sánchez Butrón. En cambio, incentivaría o generaría "nuevas contrataciones ante la posibilidad de un despido más barato"

Asimismo, contribuiría a que aflorase el empleo sumergido, con lo que "se generarían relaciones contractuales que ahora están ocultas a la administración y por lo tanto no tributan ni cotizan. Así que hay elementos positivos y negativos".

¿Se podría aplicar en todos los casos?

"El contrato único no cabría en todos los casos. Ahora se pueden dar unas circunstancias de producción puntuales que generan la necesidad de un puesto de trabajo siete o diez días, a jornada completa o media jornada. Con el contrato único esto no podría hacerse", precisa Sánchez Butrón.

"En España hay multitud de sectores donde se contrata por una temporada, como en la hostelería, entonces en estas circunstancias no es necesario un contrato indefinido", añade Fernando Moreno.