Patronales y sindicatos constituyeron ayer la mesa negociadora para redactar un nuevo convenio provincial del sector del metal en Pontevedra, con la conciencia de que "la situación es muy difícil" y se trata de un marco normativo que es "referencia para otras comunidades y otros sectores". El portavoz de la parte empresarial, Enrique Mallón, señaló que el nuevo convenio debe ser "un instrumento para ayudar a salir de la crisis". Además, destacó que, en la actualidad, "hay buenas relaciones sociolaborales" en el sector metalúrgico.

Con respecto a las negociaciones del nuevo convenio, Mallón apuesta por un proceso "relativamente fácil" y advirtió de que "no se puede ser muy optimista ni muy ambicioso" en el actual contexto económico. En ese sentido, abogó por "mejorar" algunas cuestiones, como la "flexibilidad" en las empresas.

Los portavoces sindicales incidieron en la necesidad de una negociación "ágil" y en la que prime la protección de los puestos de trabajo, al tiempo que recordaron que las empresas del sector metalúrgico atraviesan uno de sus peores momentos. El secretario general de MCA-UGT en Vigo, Diego Atanes, subrayó que el nuevo convenio debe "mejorar las condiciones sociales de los trabajadores", y apostó por una "actualización de los salarios con responsabilidad".

Ramón Sarmiento, de CC OO, explicó que, en la mesa de negociación, se han puesto sobre la mesa cuestiones como la búsqueda de nuevos nichos de mercado para la metalurgia, además de los ejes básicos del convenio: regulación de jornada, salarios, potenciación de la comisión paritaria, entre otros.

El portavoz de la CIG, Manuel Simón, lamentó que la patronal no manifieste públicamente "que la reforma laboral que promueve el Gobierno no favorece ni a los trabajadores ni a los empresarios, que no generan confianza ni consiguen créditos".

Tras la primera "toma de contacto", las partes volverán a sentarse el próximo 28 de mayo.