La sociedad resultante de la fusión Iberia-British, IAG, registró en el primer trimestre unas pérdidas después de impuestos de 630 millones de euros frente a números rojos de 129 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior, según informó ayer la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La cifra de negocio trimestral alcanzó los 3.939 millones de euros, lo que representa una mejora del 0,5% con respecto a los tres primeros meses de 2012, cuando ingresó 3.919 millones de euros. En concreto, los ingresos por pasaje aumentaron un 1,7% con un descenso de la capacidad del 2,1% y una mejora del ingreso unitario por pasaje del 3,9%, mientras que la facturación del negocio de carga cayó un 7,2%.

IAG achacó estos resultados al aumento de los costes unitarios excluido el combustible un 5,8% ante el recorte de capacidad de Iberia en el trimestre y el aumento de plantilla de British Airways ante la previsión de la llegada de nuevas naves, unas medidas "transitorias" que según la compañía les beneficiarán a "largo plazo".