El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rechazó la posibilidad de llegar a un pacto con la oposición, y con el PSOE en particular, que no pase por refrendar su política económica, ya que cree que con ella se dejan atrás los "disparates" del pasado y se evidencia que "esto empieza a funcionar". En el hemiciclo del Congreso y durante el debate sobre el Programa de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformasel líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, oficializó su propuesta de un gran pacto nacional en materia económica a Rajoy, que se mostró dispuesto al diálogo pero puntualizando que la línea roja es no volver a las políticas que llevó a cabo el anterior Ejecutivo socialista.

Si Rubalcaba advirtió de que no está dispuesto a que los acuerdos con el Gobierno sean de una mera adhesión a sus políticas, el jefe del Ejecutivo dejó claro que estas son las únicas que van a permitir el crecimiento económico y la creación de empleo, y, por tanto, no se va a mover de ellas ni un ápice.

Es más, llegó a aseverar que el secretario general del PSOE no tiene "excesiva autoridad moral" para decir ahora que quiere un acuerdo cuando no ha apoyado ni una sola de las reformas planteadas en la presente legislatura.

"No podemos volver a las políticas económicas que nos han traído hasta aquí. Ahí no puedo ceder", dijo Rajoy antes de mostrarse convencido de que "llegará la cosecha".

Rajoy invitó a los socialistas a que demuestren su disposición al pacto respaldando medidas pendientes como las relativas a la sostenibilidad de las pensiones, la reforma de la administración en general y la local en particular y la ley de unidad de mercado.

El resto de los grupos políticos coincidió en reclamar a Rajoy un cambio de rumbo en sus políticas económicas centradas en la reducción del déficit, que pase incluso por un "plante" o "boicot" a las exigencias de Bruselas y Alemania. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo incidió en que no se enfrentará a esos actores porque en Europa solo cabe el consenso y el diálogo y porque en la UE "se hacen cosas razonables", aunque a veces, como en el caso de la unión bancaria, le gustaría que fueran más veloces.

Las críticas a Rajoy fueron especialmente duras por parte del coordinador federal de IU, Cayo Lara, para quien el "mejor servicio" que puede hacer "a esta España que se desangra -dijo- " es presentar su dimisión y convocar elecciones generales.

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, acusó al presidente del Gobierno de ser "un contable ciertamente tramposillo" porque siempre elige "las cifras que más le favorecen".

Por su parte, Olaia Fernández Davila (BNG) arremetió contra Rajoy por su "falta de ideas" y el "agotamiento" de su Gobierno que no es capaz de aprobar medidas para generar empleo.