A la vez que la banca exprime con más fuerza su negativa a abrir el grifo del crédito, cientos de empresas se secan sin ningún charco financiero al que acudir. Ante este panorama la conservera gallega Lumar Natural Seafoods, con sede en A Pobra, decidió sustituir la figura del banco por el de un grupo de inversión de Luxemburgo. El logro es la supervivencia; el peaje, que durante dos años -ampliable a otros tres- la compañía que dirige Javier Martínez encomienda todas sus operaciones a esta sociedad foránea. "La marca es participada al 100% por un tercero", explica el consejero delegado. El acuerdo se selló con la sociedad luxemburguesa Kimi permitirá a Lumar ingresar 411.294 euros anuales por alquilar sus instalaciones.

El pacto se ha formalizado del siguiente modo. Kimi creó dos empresas: Lumar Seafood International y Lumar Seafood Processing. La primera de estas empresas se encargará de la comercialización de los productos congelados, mientras que la segunda correrá con los gastos operativos de la compañía. La Lumar original, que cuenta con 45 trabajadores, solo se ocupará de sufragar las nóminas de su plantilla. Eso sí, el pliego del acuerdo recoge que Lumar Processing "tiene la opción de contratar al personal directamente". Por último, la compañía gallega alquilará las instalaciones frigoríficas que no utiliza para poder ingresar entre 150.000 y 400.000 euros al año.

De mano de esta alianza, Lumar espera alcanzar unos ingresos de algo más de 1,5 millones de euros en 2013: 411.294 euros por el alquiler de sus instalaciones, 158.000 por arrendar las instalaciones que no utiliza y algo más de un millón de euros por "prestación de servicios" a Kimi en materia de producción. Según explicó Martínez a este diario, la previsión es que el Ebitda sea positivo ya desde el primer ejercicio. No en vano, Lumar ha proyectado un beneficio neto de 221.283 euros para el año en curso.

Más dificultades

Pese a este acuerdo, y a que logró renegociar la deuda con sus proveedores aplicando una quita de hasta el 60%, "la viabilidad de la empresa está sujeta a la resolución de las negociaciones de su deuda bancaria" puesto que, de no lograrse, "Lumar no podrá hacer frente a los pagos" con la banca "con vencimiento en los próximos dos años".

La conservera gallega, que exporta un 70% de su producción, ha logrado salvar un escollo muy complejo, pero todavía tiene retos por delante. Por ahora, el MAB ya ha suspendido sus acciones de cotización al no poder presentar un informe de auditoría de 2012.