"Nosotros queremos trabajar y bajo ninguna circunstancia nos quedaremos parados viendo cómo se estropean los barcos". Omar Suárez es el secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que representa a la tripulación de a bordo y de las factorías de Argenova, la filial argentina de Pescanova. Como avanzó este diario en exclusiva, la compañía ultima la documentación para solicitar el concurso de acreedores y su responsable, Jaime Pérez Pena, ha planteado la posibilidad de separarse de la matriz para que Argenova sobreviva. Para el SOMU lo "primordial" es "que no amarren los barcos, porque se oxidan y se hunden". Por eso proponen la intervención del Gobierno argentino.

Su propuesta, como explicó Suárez a este diario, pasaría por aplicar una "solución similar a Vieira Argentina, pero sin expropiación". La idea en la que trabajan es la de crear una joint venture (alianza estratégica) entre Pescanova, la tripulación y el Ejecutivo de Buenos Aires para "poder seguir trabajando". "Lo que vamos a intentar conseguir es que Argenova quede a flote", enfatizó Suárez, que cifró en 600 las personas que trabajan para Argenova en el país sudamericano.

Sin gasóleo

"A nosotros también nos afecta la crisis, no estamos exportando tanto, pero podemos buscar otros mercados", expuso el líder del SOMU. Suárez constató, como había publicado FARO, que algunos buques no habían podido salir a faenar por falta de dinero para combustible. "Es normal, los pagos se retrasaban y nuestra petrolera quería el dinero por adelantado, ¿qué garantía tienes de que vas a cobrar?", explicó. Eso sí, los tres poteros y dos palangreros de Argenova estaban ayer faenando en aguas argentinas "con normalidad". El resto de la flota, compuesta por doce barcos tangoneros (especializados en la captura de langostino) siguen amarrados a puerto y "sin garantías" de que inicien la campaña, prevista para este mes. Las prospecciones para determinar cómo está el stock de langostino se inician la semana próxima, y Suárez espera poder sacar los doce barcos al mar para garantizar tanto el empleo a bordo como el de la factoría de Puerto Deseado.