La decisión adoptada por varios gobiernos de la eurozona de afrontar el ajuste de las finanzas públicas mediante subidas de impuestos más que por recortes del gasto y reformas estructurales representa apostar "por el camino más fácil", según criticó ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

"Los gobiernos, apremiados por la emergencia, toman el camino más fácil de subir los impuestos", señaló el banquero italiano, quien subrayó que la presión fiscal en la eurozona ya es elevada y subir los impuestos tiene "efectos contractivos". España es uno de los países que han subido intensamente los impuestos en el último año. El banquero añadió que, si bien los recortes pueden lastrar el crecimiento en el corto plazo, apostar por reducir el gasto más que por subir impuestos mitiga el impacto.

Draghi tomó distancia de los bancos centrales que, como la Reserva Federal de EE UU o el Banco de Japón, están apostando por la expansión monetaria -inyección de más dinero en el sistema para estimular la actividad económica-, un camino que el BCE tiene vetado estatutariamente.