El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó ayer que este año la inflación va a converger en el entorno del 1%, e incluso señaló que no es descartable que se sitúe por debajo después del verano.

De Guindos explicó que el año pasado el Índice de Precios al Consumo (IPC) llegó a situarse por encima del 3,5%, debido al precio de los carburantes y de la electricidad, pero en realidad, el IPC subyacente -que los excluye- llegó a estar por debajo del 1%.

El Gobierno pretende desvincular las rentas públicas del IPC, y emular al sector privado, donde los agentes sociales ya han alcanzado un pacto de rentas para subir los salarios al margen de lo que ocurra con los precios.

Salarios

El ministro De Guindos se esforzó en explicar que si el IPC termina el año en el entorno del 1%, los que cobren pensión no habrán perdido poder adquisitivo, ya que su prestación subió a principios de este ejercicio el 2% en el caso de las rentas mínimas y el 1% el resto. En el caso de los salarios, que el IPC se quede en el 1% o por debajo permitirá atenuar la pérdida de poder adquisitivo de las familias tras las rebajas de los sueldos. Pero además, una inflación en esos parámetros contribuirá a ganar competitividad en el exterior.