El centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën y los sindicatos SIT, UGT y CC.OO. han firmado este martes el acuerdo sobre las medidas de ajuste en la factoría de Balaídos, entre las que destaca la creación de un nuevo nivel profesional para los nuevos contratos. La CIG ha sido el único sindicato que no ha rubricado el pacto, al mostrarse en desacuerdo con las medidas incluidas.

El acuerdo se alcanzó tras una negociación a lo largo de la cual la empresa suavizó su propuesta inicial, que incluía la supresión de algunas primas, el servicio de transporte y la creación de dos nuevas categorías profesionales de un año de duración cada una. Tras mostrar los representantes de los trabajadores su rechazo, la empresa modificó esa primera propuesta, siendo el nuevo planteamiento el que se ha acordado finalmente.

Según informan a Europa Press fuentes sindicales, las principales medidas acordadas son la creación de un único nuevo nivel profesional para personal de nuevo ingreso con un sueldo de 17.000 euros anuales. Además, se mantendrán las primas de regularización del IPC y la de objetivos en las condiciones en las que estaban hasta ahora, pues en la propuesta inicial se pretendía la supresión de la primera y el endurecimiento de objetivos en la segunda.

Las medidas también afectan al bocadillo y el comedor y, en el caso de este último, se habilitará un espacio para que los trabajadores que quieran puedan llevarse su propia comida. Por otra parte, el servicio de transporte no se suprimirá, si bien se realizará una reorganización.

Al respecto del trabajo de turno de noche en la séptima jornada, el complemento de festividad que se abonará a los trabajadores será del 50 por ciento de su valor actual, por lo que finalmente se rebaja la cuantía pero no se suprime.

Valoraciones

El portavoz de UGT, Rubén Pérez, explicó, en declaraciones a Europa Press, que los ajustes son medidas que "no gustan", si bien hay que tener en cuenta la situación actual de crisis. Así, explicó que se decidió dar el visto bueno a los ajustes una vez que la dirección suprimió "los efectos sobre el salario", cambió la propuesta de nueva categoría salarial y adquirió "compromisos" sobre alternativas industriales para el trabajo en la séptima noche.

Por su parte, el portavoz de CC.OO., Pedro Comesaña, coincidió en decir que un plan de ajuste "es algo que no agrada" pero que finalmente ha sido apoyado después de que la empresa "minimizase el impacto". "Son medidas complicadas, pero somos conscientes de que todos los constructores están recurriendo a ellas", añadió en declaraciones a Europa Press, al tiempo que destacó que, con el acuerdo, "la estructura salarial no se toca".

Sin embargo, el representante de la CIG, Manuel Domínguez, manifestó su rechazo a las medidas y no firmó el acuerdo. En declaraciones a Europa Press indicó que su sindicato planteó "alternativas" desde el principio de la negociación, pero que la postura de la compañía "está muy lejos" de ellas. Así, se mostró especialmente crítico con que se "penalice al colectivo del turno de noche".