En el consejo de administración del 4 de abril solo hubo un aspecto en el que todos los consejeros estuvieron de acuerdo: el nombramiento de un auditor forense. Se trata de un trabajo "orientado a identificar la existencia de fraudes financieros mediante una investigación profunda", como explicaron fuentes del mercado a este diario. En una nota remitida a la CNMV, Pescanova informó de que había "aceptado la propuesta de KPMG para la realización de análisis forensic que se empezará a realizar a la máxima brevedad, tan pronto como los equipos de trabajo de ambas partes estén disponibles".

Su contratación fue una propuesta del presidente, Manuel Fernández de Sousa, pero la designación de KPMG fue una imposición del regulador bursátil, según fuentes de la banca acreedora. Esta auditoría tiene una buena reputación en este tipo de trabajos forenses y su designación no tiene nada que ver con el hecho de que los bancos contrataran a la misma firma como su asesor financiero para renegociar la deuda.