La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's ha bajado la nota de Bankia y la de su matriz, BFA, después de que el FROB situara el viernes el valor nominal de las acciones de la primera en un céntimo.

En el caso de Bankia, la rebaja de la deuda a largo plazo ha sido de un escalón, hasta "BB-", con perspectiva negativa, en tanto que la deuda a corto plazo permanece sin cambios, en "B".

Asimismo, S&P rebaja a "B-" la calificación crediticia a largo plazo de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), también con perspectiva negativa, y sitúa en "C" la deuda a corto plazo.

La transferencia a la Sareb de 22.000 millones de euros en activos problemáticos y la inyección de liquidez de 13.500 millones han mejorado el "colchón" de la entidad, que suma 40.000 millones, según ha explicado Bankia en reiteradas ocasiones.

Pese a la mejora de la cartera crediticia, S&P considera que Bankia todavía depende en gran medida de la liquidez que le proporciona el Banco Central Europeo (BCE) y que "seguirá así durante un largo periodo de tiempo".

Todas las medidas implementadas hasta ahora por la entidad mejorarán "la estabilidad del negocio", la eficiencia, el riesgo y la capacidad de financiación, pero el proceso de transformación interna "será largo", aunque no especifica cuánto, y para los gestores será un reto "lograr beneficios".

Además, S&P explica que no ha rebajado aún más las calificaciones de la entidad, que ya estaban por debajo del bono basura, debido a las ayudas recibidas y a las que previsiblemente pueda recibir en el futuro, dado el carácter "altamente sistémico" de la entidad.

Las acciones de Bankia permanecían inhibidas de cotización en 0,250 euros después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) situara el viernes en un céntimo el valor nominal de las acciones de la entidad.

El pasado viernes, el FROB redujo el valor nominal de la acción de Bankia de 2 euros a un céntimo, para realizar después una ampliación de capital de 15.540 millones de euros con la que recapitalizar la entidad, un proceso que estará finalizado antes del 31 de mayo próximo.

Además, estableció una quita media del 38 % para las participaciones preferentes de Bankia y del 36 % para la deuda subordinada perpetua.