Una de los aspectos que más preocupa a la banca, y así se lo han trasladado a la multinacional pesquera, es el entramado de deuda que Pescanova tiene repartida entre sus filiales. Pasivos con entidades financieras y deudas entre las mismas empresas, que suman un débito -solo en el caso de las filiales españolas- de 687 millones de euros, por encima de su valor patrimonial (643 millones).

Como detalló ayer el diario Expansión, el grueso de este débito lo aporta Novapesca Trading, que tiene "deudas con empresas del grupo y asociadas" por 585,4 millones de euros, según los datos del Registro Mercantil consultados por FARO. En total esta firma, acumula pasivos corrientes (con bancos, firmas de Pescanova, administraciones públicas o proveedores) por 808,085 millones a cierre de 2011, último año del que existen datos. Esta empresa, con sede en Chapela, no está consolidada dentro de las firmas del grupo, por lo que no está auditada por BDO, que analiza los números de toda la multinacional. La segunda filial que más dinero debe a otras empresas del grupo es Pescafina, con débitos por más de 22,3 millones de euros.

Toda esta información forma parte del mapa completo de deuda que la banca acreedora exige a Pescanova, ya que quieren conocer "en qué situación real está la compañía" para proceder a renegociar la deuda. La auditora KPMG, recomendada por la banca, es la que deberá escudriñar en los números de la pesquera viguesa, siempre y cuando Pescanova acceda a hacerse cargo de los gastos de la firma, que actuará como asesor financiero de los bancos.

A cierre del tercer trimestre, Pescanova reconocía una deuda del grupo de 1.522 millones de euros, pero la Central de Riesgos del Banco de España (Cirbe) eleva el pasivo hasta los 2.500 millones. Fue por estas "divergencias" por lo que la empresa no presentó sus cuentas y se acogió al preconcurso de acreedores.