La luz bajará a partir del próximo día 1 de abril en torno al 6,5% y será la primera vez que lo haga en doce años. La subasta eléctrica que marca el coste de la energía consumida y, con ello, la mitad del recibo para los usuarios domésticos se saldó ayer con una intensa caída de precios. Unas horas después, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ratificó que su departamento mantendrá congelada la otra mitad del recibo, la correspondiente a los costes regulados. El impacto para el consumidor será un ahorro que para un hogar medio estará cerca de los cinco euros al mes.

La tarifa de último recurso (TUR), a la que están abonados unos veinte millones de hogares y pequeños negocios, no ha bajado nunca de manera efectiva desde su creación, a mediados de 2009. En octubre del pasado año la tarifa descendió sobre el papel un 2,2%, pero los consumidores no llegaron a notarlo porque coincidió con el incremento del IVA. La denominada TUR se actualiza cada tres meses. Antes de 2009, los precios se revisaban una vez en cada ejercicio. Hay que remontarse hasta 2001, siendo ministro de Industria Josep Piqué, para dar con un precedente de abaratamiento de la tarifa eléctrica. En aquellos años la política económica de los gobiernos de José María Aznar estaba orientada a contener la inflación para cumplir la disciplina macroeconómica de la incorporación al euro.

La tarifa de último recurso es el resultado de la suma de dos componentes: los llamados peajes o parte regulada que fija el Gobierno y el coste de la energía, determinado según los resultados de una subasta entre productores y comercializadores de electricidad. Para el supuesto de un hogar, cada una de esas partes pesa en el recibo aproximadamente el 50%. Ante la revisión que debe entrar en vigor el próximo 1 de abril, el ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció días atrás que los costes regulados se mantendrán estables. La subasta que se celebró ayer iba a ser, por tanto, lo que a la postre marcaría la evolución del precio.

El Ministro explicó ayer que el precio del componente energético de la TUR cayó en la subasta en torno a un 14%. Según sus cálculos, la repercusión en la tarifa supondrá un abaratamiento aproximado del 6,5% para el período abril-junio, hasta que en julio se vuelva a aplicar el mecanismo de actualización de precios. El ahorro para un hogar formado por cuatro personas y con un equipamiento eléctrico de tipo medio (sin calefacción eléctrica y con un piso de unos ochenta metros cuadrados) rondará los cinco euros mensuales. El gasto en electricidad de una familia de esas características está ahora en torno a los 890 euros al año.

El descenso en el precio de la energía se explica por razones coyunturales. La demanda se mantiene a la baja por la menor actividad económica. Al mismo tiempo, el aumento de producción esperado en las energías renovables presiona a la baja los precios del resto de las tecnologías en el mercado mayorista (el llamado "pool" eléctrico, allí donde a diario se casan la oferta y la demanda de luz).

Según fuentes citadas, el producto base -que suministra electricidad cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de abril y el 31 de junio- cerró la subasta de ayer a un precio de 45,41 euros el megavatio hora (MWh), lo que supone un abaratamiento del 16,2% (bruto) con respecto al trimestre anterior. Por lo que respecta al producto "punta" -una especie de suplemento de electricidad para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas-, ha concluido la puja en 51,95 euros el MWh, un 15% por debajo de lo alcanzado en la última subasta.

La pasada semana, el ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, insistió en que el Gobierno "no va a hacer nada discrecionalmente" para alterar la tarifa mediante un cambio en los peajes.