El Parlamento de Chipre rechazó ayer el proyecto de ley sobre la quita a los depósitos bancarios acordada con la "troika" -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- a cambio del rescate de 10.000 millones de euros. Todos los partidos del arco parlamentario votaron en contra, excepto el que sostiene al Gobierno (Disy), que se abstuvo. El presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, en previsión de este resultado citó para este miércoles a los líderes políticos para tratar de encontrar una salida a las condiciones del rescate.

Durante el debate, centenares de personas se concentraron a las afueras del Parlamento chipriota para protestar contra el rescate y pedir a los políticos que rechacen el acuerdo alcanzado con la "troika".

El proyecto de ley remitido al Parlamento por el Gobierno de Nicosia prevé salvar de la quita a los depósitos inferiores a 20.000 euros. Pero, a cambio, no compensa esta caída de la recaudación con aumentos de la tasa a las cuentas más altas, sino que mantiene el 6,75% para los depósitos entre 20.000 y 100.000 euros y el 9,9% para los superiores.

El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, insistió ayer en que en España y en toda la UE los depósitos bancarios por debajo de 100.000 euros "son sagrados desde el punto de vista de la normativa comunitaria" y están "absolutamente garantizados". Esta es la postura que, matizó, defendió en Bruselas al adoptar la decisión sobre las condiciones a Chipre. Y es que ahora nadie quiere apadrinas unas condiciones que, según los chipriotas, supondrán su ruina.

Según De Guindos, el Eurogrupo pidió que los bancos chipriotas aportaran 5.800 millones de euros del coste del rescate al país, que asciende a unos 17.000 millones de euros, de los que 10.000 los aporta el mecanismo europeo (MEDE). A partir de la exigencia de los miembros del euro, es el Gobierno y el Parlamento de Chipre quienes deben tomar una decisión en función del margen de maniobra que tienen para alcanzar esos 5.800 millones y tienen potestad para establecer la estructura de los tipos que haya que aplicar, señaló. Sin embargo, la Comisión Europea advirtió ayer a Chipre de que si decidía excluir de la quita a los pequeños ahorradores deberá garantizar la misma recaudación de 5.800 millones de euros.

Además, el ministro holandés de Finanzas y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aseguró ayer que el impuesto que se impondrá en Chipre a los ahorradores no se repetirá en otros países del euro. En una comparecencia ante el Parlamento de Holanda, Dijsselbloem afirmó que en el caso de Chipre el impuesto fue "inevitable" debido a la crisis en el sector bancario, que se había vuelto "ingobernable". Dijsselbloem negó que la carga de los bienes de los chipriotas signifique la disolución del sistema de garantía de depósitos, que establece en toda la UE la protección de los ahorros de hasta 100.000 euros, al insistir en que se trata de un gravamen solo aplicable a Chipre.

De Guindos también insistió en este mensaje, incidiendo en que la situación de Chipre es "especial y única" por la sobredimensión de su sistema bancario.