La liga chipriota, prácticamente desconocida en España, no es precisamente una de las más destacadas de Europa. Sin embargo, en los últimos años está dando un salto de calidad importante gracias a la captación de jugadores de cierto nombre en ligas más competitivas con atractivos contratos.

El vasco Ander Murillo cambió el Celta hace dos años por esta isla que califica de "paraíso", quizá no por la calidad de su fútbol, pero sí por todo lo que ofrece. "Yo estoy encantado aquí, es un lugar muy recomendable para vivir", un lugar que compara con Canarias. Uno de los mayores cambios respecto a Vigo o a su San Sebastián natal es el clima, con buen tiempo garantizado todo el año. "Es un país mediterráneo con 300 días de sol al año, algo a lo que no estaba acostumbrado", recordando que su carrera futbolística la desarrolló en equipos como el Athletic de Bilbao, Salamanca o Celta, ciudades la lluvia y el frío es la tónica general durante el otoño e invierno.

Su compañero Joán Tomás, llegado esta temporada desde Vigo, confirma las palabras de Murrillo respecto a la isla. "Nada más llegar me adapté muy bien porque tenemos muy buena calidad de vida y también ayuda la cantidad de españoles que hay en el equipo", explica. Solo en la plantilla de este equipo hay actualmente una decena de compatriotas.

Ahora, tras el rescate europeo del país, el futuro de este "paraíso" futbolístico es una incertidumbre.