PSA Peugeot Citroën tiene depositadas grandes esperanzas en China. El consorcio automovilístico francés prevé que este país sobrepase ya en 2015 a Francia como su primer mercado mundial, para lo que ha intensificado el esfuerzo industrial en la zona a pesar de su situación financiera. La multinacional presidida por Philippe Varin acaba de iniciar en su megaplanta de Wuhan (la ciudad más poblada de la zona central de la República Popular de China) el montaje de los sedanes lanzados en Vigo el año pasado, el Citroën C-Elysée y el Peugeot 301, y también fabricará el Peugeot 308 y el Citroën DS5.

Wuhan, que ya se ha convertido en la primera fábrica del grupo por delante de Sochaux -el centro histórico de Peugeot en Francia- y de la planta de Balaídos, alcanzará una producción anual de 750.000 vehículos a mediados de la presente década, y cerrará este año con 600.000 unidades, según las previsiones del grupo. El objetivo de la multinacional para este año es alcanzar unas ventas de medio millón de vehículos en el mercado chino, con los modelos Peugeot 3008, el Citroën C4L, los DS y los nuevos C-Elysée y 301. El grupo tiene una cuota de mercado del 3,5% y aspira a superar el 5% en 2015.

En la conquista del mercado chino, PSA tendrá que plantar batalla a Volkswagen, que acaba de anunciar la construcción de siete nuevas fábricas en el país. La intención del consorcio alemán es llegar una producción de cuatro millones de unidades en 2018. La oportunidad de PSA está en la alianza que mantiene con el gigante norteamericano General Motors, que, hoy por hoy, es líder en el mercado asiático.