Congelación salarial durante cuatro años, supresión de la promoción interna automática, eliminación de la antigüedad, ampliación de jornada o medidas como tener que recuperar las horas perdidas por ir al médico. Son algunas de las cuestiones "inadmisibles" incluidas en la plataforma presentada por la patronal del comercio de alimentación de Pontevedra para definir el nuevo convenio provincial, que afecta a 15.000 trabajadores en la provincia.

Frente a este planteamiento los sindicatos CIG, CC OO y UGT exigen que, para negociar el nuevo convenio provincial se tome como base el último, "a partir de aquí se puede hablar de todo", recalcan. El acuerdo, para que no decaiga el marco laboral actual, deberá firmarse antes de que finalice julio.

Ante esta disparidad de planteamientos y la falta de voluntad negociadora, denunciada por la parte social, los sindicatos convocaron, con el respaldo de sendas asambleas celebradas en Pontevedra y Vigo una huelga en el sector durante la Semana Santa. Ya ha sido formalizada la convocatoria para los días 25, 26, 27, 28 y 30 de marzo. La cuenta atrás ha comenzado.

"Es inadmisible lo que plantean cuando es un sector que, a pesar de la crisis no le ha ido tan mal, ha tenido importantes beneficios" recordaba el portavoz de CIG, Marcos Cadórniga, que anunciaba que "la patronal nos convocó para mañana (en alusión a hoy)".

"Si llaman es que están preocupados y eso nos alegra" añadía Carlos Búa, portavoz de CC OO que también expresaba "el buen ánimo y la voluntad negociadora" con la que acudirán hoy a la cita. Eso sí advertía que "no vamos a bajar las condiciones del convenio".