Desde el Grupo Damm, que controla el 6,2% de Pescanova, se mostraron ayer encantados por la decisión de la cúpula directiva de convocar un consejo extraordinario. Fuentes de la compañía creen que es un lugar para "discutir de forma positiva" y el único organismo que "debe tomar las decisiones". Sin nombrarlo, desde la empresa que preside Demetrio Carceller apuntan al consejo de administración como el órgano de máximo poder para evitar que el presidente, Manuel Fernández de Sousa, continúe con una gestión personalista. "Si se toman las decisiones desde el consejo podremos hacer algo para salir del bache", insistieron desde la firma. En el Grupo Damm quieren "tomar decisiones y definir estrategias" y aseguran que no llevan ninguna moción "concreta" al encuentro.