Los trabajadores de las diferentes empresas del grupo Pescanova se mantienen "tranquilos", aunque insisten en que ahora, "más que nunca", es necesario que se celebre una reunión entre los comités de empresa y la dirección de la multinacional "para que se informe de la situación real del grupo".

Así lo han señalado este miércoles fuentes sindicales consultadas por Europa Press, que han evitado valorar la comunicación de Pescanova a la CNMV, en la que admite que ha detectado discrepancias entre las cifras de su contabilidad y las de su deuda bancaria --un desfase que algunas fuentes elevan a unos 500 millones de euros, por lo que la deuda superaría los 2.000 millones--.

"Parece que hay una diferencia notable, pero preferimos esperar a que nos confirmen las cifras, no queremos valorar especulaciones", ha apuntado el responsable de la Federación de Alimentación de CC.OO., Francisco Vilar.

En cualquier caso, los sindicatos han señalado que la plantilla de Pescanova mantiene "una tranquilidad relativa" porque las últimas noticias sobre la situación financiera del grupo "no están afectando a los trabajadores de momento". "Las cosas no han cambiado, otra cosa es como acabará esto", ha apuntado Vilar, quien ha lamentado que, después de unos días en los que "parecía que las cosas se estaban reconduciendo", las noticias conocidas a través de la CNMV apuntan a que "se están torciendo otra vez".

Otras fuentes sindicales han recordado que "esta empresa gana dinero", y han puesto como ejemplo la subida salarial del 2,5 por ciento recogida en el convenio suscrito el pasado año en algunas empresas del grupo. Por ello, dichas fuentes han mostrado sus "sospechas" de que los movimientos realizados por Pescanova, "tienen más que ver con una reestructuración empresarial" que con los problemas económicos o de resultados.

La Consejería de Economía e Industria de la Xunta de Galicia ha evitado valorar las últimas noticias de la deuda de Pescanova, y se ha remitido a las palabras del presidente, Alberto Núñez Feijóo, quien ha reconocido la "preocupación" del gobierno gallego por la compañía y la disposición a estudiar sus posibles peticiones.