La inestabilidad política tras las últimas elecciones y la reciente rebaja de la calificación crediticia decidida por la agencia Fitch han dañado la posición de Italia ante los mercados financieros hasta el punto de que su prima de riesgo -indicador de confianza para los inversores en deuda pública- está a punto de ser peor que la española, algo que no ocurría desde las graves tensiones que en el otoño de 2011 condujeron a la dimisión de Silvio Berlusconi.

La prima de riesgo española -interés extra que exigen los inversores para colocar dinero en bonos de deuda del país- subió ayer un punto y se colocó en 324. La de Italia pasó de 307 a 312 puntos. Tras esos resultados, el diferencial español se queda solo a doce puntos de la italiana, que comenzó a aumentar después de que a finales de febrero los resultados de los comicios de Italia dejaran una situación de ingobernabilidad en el país. En algunos momentos de la sesión de ayer la distancia entre los bonos de ambos estados llegó a ser de tan solo cinco puntos.

Tales datos se traducen en que la rentabilidad exigida por los inversores para los títulos a diez años se ha situado en el caso de España en 4,76%, frente al 4,64% de Italia. El aumento de la desconfianza en el país transalpino ha ido parejo a una mejora de las expectativas sobre España. El rendimiento de la deuda, que a la postre marca lo que el Tesoro tiene que pagar para financiarse, se ha consolidado en las últimas semanas por debajo del 5%.

En este clima de mejora de la posición española, el Tesoro Público espera captar hoy entre 4.500 y 5.500 millones de euros en una subasta de letras a seis y doce meses. Ésta será la segunda emisión de deuda de este mes, después de que el pasado día 7 el Estado español adjudicase 5.030 millones de euros en bonos y obligaciones, y en concreto en las de diez años, y el interés se situase en el 4,95%, por debajo del 5% por primera vez desde el 18 de noviembre de 2010.