El 18 de febrero entraron en escena dos nuevos accionistas en la multinacional Pescanova. Uno de ellos se llama Silicon Metals Holding y adquirió el 5% de la empresa tras el aumento de capital que ésta llevó a cabo en agosto. Este fondo está participado por dos sociedades, una de Delaware y otra de las Islas Caimán, un paraíso fiscal reconocido por la OCDE. Cuando reconoció tener el 5% de Pescanova sus acciones valían más de 24 millones de euros, que ahora se han reducido a la mitad. Tiene casi un millón y medio de acciones, tal y como consta en los registros de la CNMV. ¿Qué es SMH? Según el mismo fondo, "la sociedad está directamente participada por Panagea One LP", firma con sede en Delaware y que posee el 42,99% de Silicon. Además están Panagea One Cayman, domiciliada en las Islas Caimán (con el 23,69% de SMH). El accionariado se compone de un entramado curioso, con otras dos empresas de Delaware y, de nuevo, de las Caimán. La mayor parte de Silicon Metals Holding tributa en este paraíso financiero (tax haven, en su versión inglesa).

Ahora mismo esta sociedad -amparada en la opacidad de este tipo de Estados- posee más acciones que Liquidambar (unión de cajas que posee el 3,393%) o Iberfomento, que tiene el 3,39% de la compañía.

En Los Ángeles

Además de Silicon Metals Holding, otra firma extranjera acreditó ante la CNMV que es accionista relevante de la pesquera con sede en Chapela. Se trata de Capital Research and Management, con sede en Los Ángeles. Este fondo, inmenso y que tiene participación en innumerables empresas repartidas por todo el mundo, posee el 3,41% de Pescanova, con un total de 980.000 acciones, según la CNMV. La operación de compra, tal y como acredita el regulador financiero, se produjo el 13 de febrero, apenas dos semanas antes de que Pescanova solicitara el preconcurso de acreedores.

"Ahora la banca ha dejado de ser industrial, y su papel lo ocupan ahora los fondos de inversión, que tienen cantidades ingentes de dinero", explicaron fuentes financieras a este diario.