Las peores previsiones se han cumplido y España ha dejado de pertenecer al prestigioso top ten mundial de países fabricantes de coches, como avanzó FARO el pasado noviembre. Según las estadísticas que recoge la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), España ha pasado del noveno puesto en el ranking de productores en 2011 al duodécimo el año pasado, por detrás de potencias emergentes en el sector del automóvil como Tailandia, Canadá o Rusia. La debilidad del mercado europeo, al que las fábricas españolas exportan más del 90% de sus vehículos, ha jugado en detrimento no solo de España, sino también de Francia (cuna de PSA Peugeot Citroën y Renault), que ha caído a la decimotercera posición. La industria española perdió un tercio de su producción desde el inicio de la crisis.

España entró en el top ten de fabricantes en la década de los ochenta y desde entonces había logrado mantenerse en este selecto grupo; hasta 2012. Los mejores años para las plantas españolas fueron 2000, 2003 y 2004, cuando la producción superó los 3 millones de vehículos por el empuje de la exportación. En 2012, debido a la caída de las ventas en Europa (sobre todo en los mercados del sur: Francia, España, Italia y Portugal), el volumen cayó hasta las 1.979.179 unidades, lo que coloca al país en el duodécimo puesto en el ranking de productores. China se mantiene como líder indiscutible, con 19,2 millones de coches fabricados en 2012, seguida por Estados Unidos (10,3 millones), Japón (9,9), Alemania (5,6), Corea del Sur (4,5), India (4,1), Brasil (3,3), México (3), Tailandia (2,48) y Canadá (2,46).

España (1,97 millones) y Francia (1,96), productores históricos de coches, se colocan en el duodécimo y décimo tercer puesto, respectivamente, por detrás de Rusia (2,2). En el caso español, el sector no había bajado de los dos millones de unidades desde 1993, y antes hay que remontarse a finales de los ochenta. La crisis se ha comido un tercio de la producción nacional de vehículos desde su estallido, aunque para la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), que aglutina a todas las marcas, esta situación es coyuntural y los nuevos lanzamientos, sumados al plan estratégico del sector (Plan 3 Millones), deberían devolver a España al top ten de fabricantes. Este plan incluye una serie de medidas que, bien implementadas, permitirán al sector volver a superar los 3 millones de unidades en el horizonte de 2015-2016, lo que ayudaría a crear 73,000 empleos.

Las iniciativas de este programa se dividen en comerciales e industriales. Entre las primeras destacan la petición de la supresión del impuesto de matriculación, que los concesionarios puedan prestar servicios de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) o el mantenimiento de las primas al desguace para estimular las ventas y renovar el parque móvil. A nivel industrial, el Plan 3 Millones se central en la reducción de costes logísticos (Anfac cree que se pueden llegar a ahorrar 10.000 millones), ya que España se encuentra alejada de sus principales mercados (en comparación con sus competidores), y energéticos.