Tras la salida de la caja única gallega del accionariado de Pescanova en su estrategia para adelgazar la cartera industrial tras la operación y lograr plusvalías a sus inversiones, entre los socios de referencia en la multinacional alimentaria se coló la cervecera Damm, controlada por Demetrio Carceller Arce, uno de los empresarios más conocidos de Cataluña, pero también de los más reacios a la notoriedad. A él se le señala como uno de los posibles partidarios de un cambio de timón en Pescanova, junto con el fondo Luxempart. Quizás por eso, Damm se apuró ayer a decir que está convencida de que el grupo gallego podrá solventar la situación coyuntural por la que atraviesa, sin que se haya planteado, y el mensaje es directo, un mayor peso en la firma gallega, en la que posee un 6,183% del capital, según señalaron desde la compañía catalana a Europa Press.

"Seguimos apoyando a la compañía desde el consejo porque estamos convencidos de que Pescanova solventará esta situación coyuntural que tiene actualmente por la gran calidad de sus activos y el buen funcionamiento de todos sus negocios", señalan en Damm. "No nos planteamos ninguna cosa por el momento, estamos bien como estamos -añaden- y lo que queremos es que la situación se arregle". En el entorno de Carceller destacas que la empresa tiene futuro y que si en su momento apostaron por Pescanova es por la calidad de sus activos.

El segundo gran accionista de Pescanova capta una buena parte de la atención del preconcurso y la renegociación de la deuda. El periódico Expansión publicó ayer que una de las condiciones de las entidades era dar entrada a un socio industrial. Algo que negaron rotundamente los bancos consultados por FARO, hasta el punto de que alguno exigió una rectificación de la información.