La flota gallega tiene hoy una prueba determinante en Bruselas. Bajo la presidencia del español Gabriel Mato, que presentará un informe muy duro al resto de los eurodiputados, la Comisión de Pesca podrá rechazar el acuerdo firmado entre Bruselas y Mauritania. Un protocolo pesquero de más de 200 millones de dólares (entre la aportación comunitaria y de la industria) que supuso la expulsión de una veintena de buques cefalopoderos gallegos del caladero. Fuentes comunitarias explicaron a FARO que es "muy probable" que esta comisión rechace el pacto, pero con eso no sería suficiente. No obstante, España tiene dos vías adicionales para tumbar el protocolo, de acuerdo con las mismas fuentes. La primera sería una revisión del mismo en la Comisión Mixta del Europarlamento, y la segunda la impugnación íntegra del acuerdo. Pero el tiempo se agota y la delegación española tiene escasas semanas para reaccionar.

Está en vigor. El acuerdo pesquero bianual (2012-2014) entró en vigor el pasado 4 de diciembre tras la votación en el Consejo Europeo. España solo logró que tres países mostrasen su rechazo al protocolo. Desde esa fecha, Bruselas tiene tres meses para abonar a Mauritania los primeros 67 millones de euros del pacto pesquero. El restante del dinero, hasta 110 millones de euros (que cuesta al año), se abona por parte de la industria. Hoy y mañana se presenta el informe de Gabriel Mato en la Comisión de Pesca, pero la votación en el Parlamento no se producirá antes de marzo. Desde la oficina de la eurodiputada Ana Miranda explicaron que "se intentará adelantarla". Pero las perspectivas en cuanto al paso por el plenario "no son favorables", de acuerdo con las mismas fuentes.

Primera opción. El artículo 4 del acuerdo pesquero permite una "revisión de las posibilidades de pesca". ¿A quién se debe solicitar? A la Comisión Mixta del Parlamento, pero el plazo expira a los cuatro meses después de la entrada en vigor del protocolo. Esto es, la revisión del acuerdo debería producirse antes de abril. "En tal caso -dice el acuerdo- la contrapartida financiera se ajustará proporcionalmente" al incremento de cuotas. Esto implicaría necesariamente un encarecimiento del pacto, ya muy caro de por sí. La delegación española en Bruselas recela de que el Europarlamento, "que mide cara euro cuando le interesa", acepte pagar más por un protocolo ya firmado. "Los países con más poder no faenan en Mauritania", agregan fuentes comunitarias. Para solicitar la revisión por parte de la Comisión Mixta, e incluir así a los cefalopoderos gallegos, se deben tener "los mejores dictámenes científicos disponibles". Los que utilizó la comisaria María Damanaki para reducir a cero la cuota de pulpo eran de 2008.

Segunda opción. La otra vía es la "denuncia motivada por un nivel de utilización reducido de las posibilidades de pesca". Esto es, si demuestra que el actual protocolo vulnera los derechos de la flota comunitaria al recortar sus totales máximos de capturas. "El problema de esta vía es que dejaría paralizada y suspendida" cualquier posibilidad de faenar, con la "posibilidad muy real de que ya se hubiesen pagado" los 67 millones de euros a Mauritania.